Pasada la resaca futbolera y los fastos de ser de forma consecutiva campeones de Europa es hora de mirar realmente como estamos sin la dichosa pelotita rodando por el césped entre las piernas de unos futbolistas cuyo futuro económico está más que resuelto, toca darse cuenta que gracias a la ineptitud del Gobierno la clase media va a tener unas vacaciones donde conjugar la palabra agradable va a ser harto complicado.

Estos calores tan asfixiantes han traído que nuestros jubilados y pensionistas tengan que repagar los medicamentos y el resto de ciudadanos que no estamos en esa tesitura vivamos como un drama el tener a un griposo en la familia pues el coste de un simple mucolítico o el “milagrero” paracetamol son lujos que muchas familias no se pueden permitir.

Lamentablemente el mal llamado “copago farmacéutico” no es el mayor de nuestros problemas porque este Gobierno todavía no se entera que la clase media, sobre la que está haciendo recaer la exclusividad de costear los gastos de la crisis, es la gallina de los huevos de oro.

Rajoy y los suyos tan conservadores ellos, tan adoradores del caciquismo como principio fundamental para hacer política o dirigir la economía a estas alturas de la película todavía no se han enterado que sin la gallina de los huevos de oro nos vamos todos al garete incluidos quienes les aconsejan que se puede subsistir solo con los huevos almacenados nadie sabe dónde.

Se le pide a la clase media austeridad en el gasto, día sí día también, y se nos sigue machacando con que todo esto es por culpa de haber vivido por encima de nuestras posibilidades. Lo de mencionar a la Banca y esa ambición desmedida suya el Gobierno lo deja si eso para otro rato que ahora va con prisas y es un tema que no se puede explicar en medio segundo.

Por una vez y sin que sirva de precedente vamos a admitir como cierto el mantra del Gobierno, este calor debe estar haciendo estragos en nuestra mente para llegar al punto de aceptar esta falacia como cierta, porque tal y como se nos presenta la coyuntura estival vamos a pasar de vivir por encima de nuestras posibilidades a pagar por encima de las mismas.

Aquí no para la cosa porque junto al “medicamentazo” llega “el tarifazo”, ya se sabe en casa del pobre las alegrías llegan siempre de dos en dos. Por si el agujero que nos hace en el bolsillo el repago farmacéutico no fuera suficiente, ya podemos ir dejando sitio para otro “siete” porque la factura de la luz se incrementa en un 3,95% (el aire acondicionado cuando en la calle tenemos 40 grados tendremos que combatirlo como se hacía en los años 30 a golpe de abanico, persianas cerradas e implorando a los dioses porque por la noche el calor dé una tregua).

Y como en el Arca de Noé los animales fueron de dos en dos, aquí no iba a ser menos ya que no hay subida de luz sin que el gas haga lo mismito, por lo que el Gobierno en su afán de mirar por la clase media le da otra vuelta de tuerca y sube el gas un 2,26%, y ya puestos incrementar el precio a la bombona de butano un 5,92% es algo obligado.

Por mucho que seamos por tercera vez campeones de Europa el verano promete amargarnos las vacaciones a “los de siempre” porque incendios como el de Valencia los veremos a diario y la extensión de zonas quemadas crecerá porque los recortes no han sido solo en Sanidad o Educación; el tema de la protección al medio ambiente según Rajoy es asunto de su primo y sin no hay medios para sofocar incendios con cierta prontitud a él como que ni le va ni le viene porque lo importante es el fútbol, los puros y el Tour de Francia.

Galiana