Te paraste frente a mí alzando la mirada, lentamente, para admirar todo mi poder.
-Voy a conquistarte- me gritaste lleno de arrogancia.
Pensé: «Uno más de los insignificantes exploradores que cree alcanzar la gloria si logra derretirme».
A día de hoy sigo siendo una roca de hielo majestuosa, imponente. Aunque que debo reconocer que has transformado mi estructura de frío diamante por la del rojo pasión del fuego.
Galiana
Cómo me gusta!!!
Me gustaMe gusta
Muchas gracias
Me gustaMe gusta