Hace años escribí una novela cuya trama giraba en torno a la relación sentimental mantenida por un hombre algunos años mayor que la protagonista y narradora de la historia.
En algunas entrevistas tuve que explicar por qué siempre decía relación sentimental y no amorosa, relación de pareja, romance o cosas similares ya que la crítica catalogó la novela como romance apasionado con tintes eróticos.
En aquel momento confesé, dada mi juventud, que la novela era en parte autobiográfica. Valiente soplapollez, el haber reconocido aquello fue totalmente innecesario, me trajo consecuencias indeseables y de lo más variopintas, el personal se interesó más por mi vida privada que por la literaria. Todo el mundo quería saber cómo era la relación sentimental entre una joven que no había cumplido los veintiuno y un hombre, también escritor y columnista, próximo a cumplir cuarenta ya que dieron por cierto que todo era verdad. Determinados periodistas hacían hincapié en querer saber si yo creía que siendo ambos tan pasionales podríamos mantener una relación amorosa sostenida en el tiempo. Yo insistía que se trataba de una relación sentimental.
Te estoy contando todo esto porque el otro día al hacer mudanza apareció un recorte de prensa donde respondía, con mis veintiuna primaveras, de un modo muy categórico a esa pregunta que con toda la mala leche del mundo cierto colega de profesión de él me lanzó:
— Tal y como tú aseguras, ¿las relaciones sentimentales entre una mujer joven y un hombre maduro, siendo ambos tan pasionales, perduran en el tiempo?
— Es imposible que esas relaciones perduren en el tiempo.
Ahora que estoy cercana a la cuarentena lo único que se me ocurre pensar es que no se puede dar una respuesta más jodidamente imbécil y prepotente. De acuerdo que era joven e inocente, no conocía el mundo y me las daba de saberlo todo. Hoy veinte años después afirmo que me ha ido muy bien siendo tan pasional, quizá gracias a eso conservamos la relación sentimental.
Galiana
Es mucho más importante lo que tu pienses y crees; que el morbo ajeno. Quien pretende juzgar…es un ignorante, con aires de ser el centro de poder. Mayor estupidez, imposible. Un cálido saludo.
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Muchas gracias, 💕
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