Tumbados sobre la hierba como dos adolescentes, sin importarnos nada ni nadie, deteniendo el tiempo para mirarnos a los ojos y saber lo que sentimos sin decir una sola palabra.
Galiana
Tumbados sobre la hierba como dos adolescentes, sin importarnos nada ni nadie, deteniendo el tiempo para mirarnos a los ojos y saber lo que sentimos sin decir una sola palabra.
Galiana