El Rey, la Reina… ambos tan hieráticos, tan distantes, tan en su papel. Cuando se miran el tablero estable se vuelve ondulante, el resto de las piezas caen, se quedan solos y, sin tener que tocarse, le ganan la partida al mundo.
Galiana
El Rey, la Reina… ambos tan hieráticos, tan distantes, tan en su papel. Cuando se miran el tablero estable se vuelve ondulante, el resto de las piezas caen, se quedan solos y, sin tener que tocarse, le ganan la partida al mundo.
Galiana