
Conduciendo saltó en la playlist una vieja canción de Sabina. Pisé el acelerador a fondo en la recta cantando “…y sin embargo cuando duermo sin ti contigo sueño…”.
Aquellos versos me los dijiste tantas veces…
Terminado el tema miré mi antebrazo. Allí estaban, tatuados, para no olvidarme de los tipejos como tú.
Galiana

