Nos encontramos por pura casualidad en una reunión social. Al verme se acercó a saludarme con una mujer despampanante colgada del brazo. Un apuesto veinteañero les acompañaba. Me presentó a su pareja como su ex y, ante las efusivas muestras de cariño entre el joven y yo comentó sorprendido:
—No imaginé que le recordaras.
En ese momento una bilis incontrolable me subió a la garganta. Quise escupirle mil cosas pero me contuve. Fue entonces cuando su hijo le dijo:
—No es tu ex. Es la mujer que me cuidó después de la muerte de mamá, la que me leía cuentos por las noches y dormía en mi cama mientras nunca sabía dónde estabas tú, la que me llevaba al hospital cuando tenía ataques de asma, y la que un día hizo la maleta harta de tus muchas infidelidades. Es ella quien me ha seguido llamando todos estos años por mi cumpleaños, la que cada Navidad me envía un regalo y se preocupa por mis estudios. Tú no te has enterado de nada. —Su voz y su mirada eran desafiantes.
Después de lanzarle todo aquello me tomó por la cintura y sonriéndome
—Cariño, vamos por una copa, ya está todo explicado.
Galiana


osea cómo… ¿sale con el hijo? o eso de «cariño» es una expresión de amigos.
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Eso lo dejo a tu elección
😘😘😘
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