De siempre me han gustado las bocanadas de aire fresco con las que llenabas mis despertares. Ahora son tan fétidas y oscuras que las has convertido en mis enemigas, pero… ni aún así consigues alterar mi belleza.
Galiana
De siempre me han gustado las bocanadas de aire fresco con las que llenabas mis despertares. Ahora son tan fétidas y oscuras que las has convertido en mis enemigas, pero… ni aún así consigues alterar mi belleza.
Galiana