Durante generaciones mi familia ha vivido en este lugar. Hoy toca marcharse, no para volver los domingos a comer a casa de la abuela como hasta hace poco era habitual; toca irse porque hace tiempo dejó de ser hogar y al llegar la noche las paredes habrán desaparecido para siempre.
Galiana
Que triste…
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Todo tiene un principio y un fin
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Si los recuerdos fueron buenos…la marcha será más liviana
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Nunca se sabe
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