Junto a la mesa del despacho del emporio que creé de la nada me siento poderosa. Desde los amplios ventanales puedo ver toda la ciudad, busqué esta perspectiva y lo he conseguido.
El aire de esta estancia huele a mi triunfo. El sonido, mientras paseo por la misma, es el eco de mis tacones, significa que nadie puede mirarme por encima del hombro.
Sin embargo…
En mi agenda de teléfonos no hay amigos, sólo conocidos y enemigos, junto a un nutrido grupo de aprovechados que buscan vivir a mi sombra.
Fuera del despacho las comidas y las cenas, siempre, son por temas profesionales. En casa nadie comparte mi mantel, ni mi cama. El sexo es solo sexo, bueno, bonito, y cuanto más caro mucho mejor.
Galiana


Puede llegar también a ser felicidad. La realidad de esta vida está en la ingratitud de muchos. Me ha gustado, sigue así.
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Muchas gracias, 😘😘
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