El anónimo

No sé tú pero yo cada vez abro menos el buzón del correo ordinario. Entro por el portal, miro por la ventanita y siempre está vacío. Ni siquiera hay propaganda porque tenemos habilitado una especie de papelera que, esa sí, siempre está hasta arriba.

Por eso me extrañó hace unos meses encontrarme un sobre que no tenía franqueo. Al sacarlo del buzón pensé que el repartidor de propaganda se había equivocado y en lugar de usar el sitio habilitado para ella había echado el sobrecito a cada uno de los vecinos.

Al subir a casa lo dejé sobre la mesa. Pensé en tirarlo pero, yo qué sé, me dio por abrirlo.

Para empezar el sobre estaba pegado no, lo siguiente. Tan bién lo estaba que tuve que usar un abrecartas que hacía siglos no utilizaba para poder sacar el contenido. Desde luego quien hubiera cerrado aquello no había pasado la lengua por el pegamento sin más, se había asegurado muy mucho de que aquello estuviera bien pegado.

Dentro había un folio de color blanco y alguien se había tomado la delicadeza de pegar unas letras recortadas. El típico anónimo que vemos en las películas. Había compuesto una frase:

<<La siguiente en morir serás tú>>

Fue leerlo y echarme a reír. ¿Quién va a querer matarme a mí? Volví a la teoría de la publicidad, probablemente de eso se trataba, en unos días recibiría seguramente el sobre desvelando el producto que vendían.

No volví a recibir ningún sobre más. Como lo había dejado encima de la mesa no se me olvidaba.

Una noche, de esas de insomnio, me dio por pensar que a lo mejor tenía algún enemigo con ganas de hacer la puñeta. Como no podía dormir me puse a hacer una lista de personas que les gustaran este tipo de idioteces, acabé tan pronto que me hubiera sido más beneficioso contar ovejitas para conciliar el sueño.

Entre no darle importancia y volverme loca ganó esta última opción. Llamé a un amigo policía, que para más señas trabaja en el CSI. Vino a casa con un maletín y se puso a escudriñar minuciosamente el anónimo. Se marchó con las muestras recogidas, y tras unos días me dijo que las únicas huellas que había encontrado eran las mías.

Por si yo soy poco paranoica me aconsejó que fuera a poner una denuncia a comisaría por lo que pudiera pasar. Evidentemente aquello me atemorizó. Hice todo lo que él me dijo. Sí, se abrió una investigación que se cerró tal cual, sin llegar a ninguna conclusión, realmente lo único que me contó mi amigo es que probablemente se tratara de algún lector con ganas de notoriedad, que no hiciera ni caso.

En resumen, me olvidé del tema hasta ayer.

Al salir de casa había policía en el portal. Le pregunté al conserje que estaban haciendo allí. Me contó que mi vecina de arriba, justo la que vivía encima de mí, había sido asesinada; también me dijo que la policía había encontrado un anónimo hecho con letras recortadas donde se podía leer una frase que decía:

<<La siguiente en morir serás tú>>

Galiana

Acerca de Galiana

Escritora, creativa
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10 respuestas a El anónimo

  1. En realidad todos somos mis próximos en morir, tarde o temprano; cuestión de tiempo. Somos cadáveres de permiso, que decía un amigo mío. Felicitaciones por el relato.

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  2. cmacarro dijo:

    Qué desasosiego. Tú sigue escribiendo para que nos conste que todavía no…

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  3. Estrella RF dijo:

    ¿La siguiente después de quién? porque siempre somos los siguientes de alguien…
    Como ya es normal en ti, un relato muy bueno.
    Un abrazo.

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  4. erotismoenguardia dijo:

    Realidad… 💙

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