Segundo poemas de este pequeño recital
Tu poeta piensa en ti
Hay un amor que no tiene nombre
el de tus ojos que surcan las mañanas,
Guiomar, cada día y cada noche;
Claribel, en el recuerdo de mi alma.
El amor oscuro y las sombras que esconde;
amor puro de indelebles palabras,
Guiomar, que tus caricias me rocen;
Claribel, en el verde de tu mirada.
Inefable amor fraguado en las ausencias,
amor que estaba oculto y era innombrable;
háblame del flamenco y sus esencias
del cuidado con el que empiezo a amarte.
Guiomar, con tu bendita existencia;
Claribel, nombro al amor al abrazarte.
Te recuerdo que mi poemario El no querer y otros poemas para morir de escorbuto













