Relatos musicales de @yugm76, mayo 2025: «Un monstruo viene a verme»

En la soledad de la ducha, encuentra un escape. Pero, qué secretos oculta tras esa coraza que nadie ha logrado derribar? Descubre la verdad sobre sus complejos, sus máscaras y el oscuro amor que guarda en lo más profundo de su ser. Un relato íntimo que te dejará sin aliento.

Clica para saber cómo se juega.

👇👇👇

Un monstruo viene a verme

El agua de la ducha cae sobre mi cuerpo, limpiándome y sanándome, permitiéndome ser yo mismo durante algunos minutos. Es mi momento, ese en el que solo estamos yo y mi verdadero ser.

Nadie ha conseguido derribar la coraza que llevo durante tantos años. Una máscara de indiferencia, lejanía, autoridad y, por qué no decirlo, un complejo de inferioridad, que me ha hecho ocultar lo que de verdad soy a todos. Incluida mi esposa.

Sé que ella no es feliz conmigo. ¿Y quién lo sería? Se cree que no la escucho, pero en alguna conversación con su hermana, la he oído compararme con el mismísimo demonio. Todo un palazo, lo admito; no obstante, me lo merezco.

Ella está convencida de que mi mal genio y mi hostilidad son algo innato, como una mancha de nacimiento. Que fui, soy y seré así. Por muchas broncas que tengamos, nunca cambiaré. Es un milagro que, después de 50 años, siga estando junto a mí.

Pienso en lo que ha sido mi infancia, juventud, mi vida adulta y ahora en la vejez. Supongo que fueron las diferentes circunstancias las que han marcado mi carácter y mi temperamento. Es más, hasta sospecho que algo genético tiene que haber.

Me educaron en una época en la que el hombre tenía cualquier derecho sobre la mujer. Como lo llaman ahora… un machirulo. De acuerdo, eso no es ni una excusa ni menos aún un pretexto. Es lo que había, con total simplicidad. Algunos hombres de mi época ni siquiera se plantearon que aquello pudiera ser erróneo y lo aceptaron como la verdad absoluta. El varón está por encima de la hembra.

En mi caso, tuve mucha influencia masculina: mi madre murió en el parto y mi padre, con una mentalidad retrógrada y machista de los pies a la cabeza, fue el encargado de “domarme”. Bueno, si a eso se le puede llamar educación. Su concepto de amor, de padre y de enseñanza se basó en internarme en un colegio, por supuesto solo de chicos, hasta que pude terminar los estudios, hacer la mili y ponerme a trabajar. Carecí, por completo, de cualquier información o cariño femenino, a no ser el de la maestra de turno o el de una tía, a la que de vez en cuando íbamos a visitar, pero que, al igual que el resto de las mujeres de la época, estaba subyugada al “poder” masculino.

Años después, la conocí. En aquel instante supe que era la mujer de mi vida. Ella estaba con su familia en la terraza de un bar de la sierra. Me deslumbró. No se parecía a ninguna de las mujeres que había conocido a lo largo de mi corta existencia. Y su sola presencia hacía que las piernas se me volvieran de mantequilla. Aun así, conseguí hablar con ella, y que fuéramos novios.

Nos casamos y la divina providencia hizo que en mi perfecto mundo masculino aparecieran cinco hijas, que junto con mi esposa me “enseñaron” lo que era el respeto y el valor que tienen las mujeres. Colocaron cada cosa en su sitio. A día de hoy, comprendo y admito que son iguales, o incluso en algunos casos, mejores que nosotros. Sobre todo ella, de la que sigo enamorado hasta las trancas, aunque en público me niegue a reconocerlo.

Esto es lo que hablo conmigo mismo cada mañana, cuando me estoy arreglando para empezar el día. Nadie, ni siquiera ellas, debe saber cuáles son mis verdaderos sentimientos o pensamientos. Tienen que seguir pensando que soy ese ogro, al que ya, por la edad, no temen tanto, pero que de vez en cuando les suelta una voz o un puñetazo en la mesa, para hacerles entender que sigo aquí. Eso es parte de esa máscara de hierro que el mundo machista me puso de bien pequeño, y que nunca he sabido cómo poder deshacerme de ella. Con total posibilidad, ya estará fundida con mi piel.

Aun así, me observo en el espejo y sonrío. Ya está todo preparado.

Hoy es el día; veré una vez más cómo se le ilumina la mirada y la ilusión brota en su corazón. Cada año, por nuestro aniversario, ese que en teoría no me gusta celebrar, recibirá su ramo de flores y una poesía. Ella no sabe que soy yo quien se lo envía. Nunca debe conocer mi secreto.

Comprueba si has acertado el tema musical.

👇👇👇

@yugm76

Avatar de Desconocido

About Galiana

Escritora, bloguera, podcaster, enamorada de todo lo que huele y sabe a Cultura
Esta entrada fue publicada en Relatos musicales, Temporada 5, Yu Gm y etiquetada , , , . Guarda el enlace permanente.

2 Responses to Relatos musicales de @yugm76, mayo 2025: «Un monstruo viene a verme»

  1. Un relato íntimo que revela la coraza de un hombre atrapado entre un machismo heredado y el amor profundo que nunca expresa, solo para sí mismo bajo la ducha.

    Me gusta

Replica a Sebastián Iturralde Cancelar la respuesta