Estamos en la III jornada de este encuentro poético
Epitafio II
Nuestro amor
murió
de muerte súbita.
Sin fanfarria ni clamores.
Y le agradezco
–oh, pobre infeliz traicionado–
marchitarse sin llanto.
Estamos en la III jornada de este encuentro poético
Epitafio II
Nuestro amor
murió
de muerte súbita.
Sin fanfarria ni clamores.
Y le agradezco
–oh, pobre infeliz traicionado–
marchitarse sin llanto.










Aviso Cada temporada renovamos secciones, si ves que alguna deja de publicarse, ¡sorry! hasta ahí ha llegado.



