Segundo jueves que me paso por aquí para presentarte mis cositas con una ilustración.

Conservando la esencia de mariposa

Desde hace ya algún tiempo, nada es igual dentro de mí. Sigo siendo yo, pero no quien solía ser. Me visto, pienso, siento y comporto de manera distinta.

No obstante, yo sigo siendo la misma de siempre aunque no la que fui hasta ayer.

Tal vez conversar con el sonido del silencio, para entrar en contacto con mi yo más profundo ha influido.

El caso es que de un tiempo a esta parte me siento llamada a florecer en consonancia con la primavera sin perder el calor alegre del verano, para que así mi esencia vestida de seda sea libre y más flexible ante los cambios como un junco.

Resulta extraño, pero ya no tengo certezas absolutas de mis verdades relativas.

Quizás  sea porque, aquí y ahora, me siento por dentro como una mariposa recién salida de su crisálida.

Yo creo que cuando hace ya algún tiempo, elegí decirme que yo sola ya no podía con todo y no pasaba nada, algo nuevo nació dentro de mí , para que emprendiera un viaje de reinvención del yo mejor me callo al yo me atrevo a expresar mi pensar y sentir originales.

Me solté el cabello y el alma, para comenzar a respirarme hondo, despertar mi voz y sentir el aire en mi garganta.

Volví a brindar por las cosas sencillas de la vida, saboreando la magia del instante con un gin-tonic sempiterno para personas atrevidas y desapegadas de los resultados en la mano izquierda.

Tal vez abrirme a la vulnerabilidad me permitió concederme el permiso de decirme cada día a mi misma: yo me lo permito y es fácil.

Yo solo sé que ahora en mis ojos siempre hay luz y calor alegres.

Y eso me emociona, porque ayer salí de mi ciudad caminando y hoy he regresado, volando liviano y ligero, de nuevo a ella, conservando mi esencia de mariposa.

Sol García