Hoy te traigo un poema
Tu papel
Tu mano siento fría
cuando acaricias sutilmente por encima del pantalón
menos de lo que me gustaría
aquí, mientras nos besamos sobre el escalón.
No quiero parecer una golfa,
pero no comprendo qué hacemos aquí,
cuando te dije que estaba sola,
y que a mi piso, podíamos ir.
Te lo vuelvo a repetir al oído
y siento en mi entrepierna,
que tú perderás el partido
y ya, dejo de pensar como cerda.
Es lo que tiene la bebida,
que ya sabes que nos vuelve adictos
y más si tomamos sin comida
volviéndonos distintos.
Aquí y ahora cambian los roles
dejaré de insinuar y pasaré a imponer
lo que gritan mis ojos encima de mis mejillas con arreboles:
lo que ya no se puede posponer.
Aquí y ahora, bajo la luz de la luna,
apóyame contra la pared:
hazme tuya
porque mañana habrá otra noche y ya sabes cuál es tu papel.













