Última cita con @GalianaRgm por esta temporada: «El enemigo»

¿Confías en la persona que duerme contigo?

El enemigo

La noche que volvimos de nuestro viaje tras contraer matrimonio tuvo la ocurrencia de decirme:

—No olvides, tu peor enemigo es quien duerme contigo.

Me lo tomé como una tontería de joven enamorada.

El hecho de tener veinte años menos me hacía no comprender muy bien alguna de sus frases, lo achacaba al salto generacional.

Es aquí, ahora, cuando estoy sentado en esta sala de interrogatorios, esposado a la mesa, siendo tratado como un vulgar delincuente, viendo cómo el inspector me acusa de su desaparición, la cual yo mismo denuncié, cuando vuelve a mi mente aquella frase que ella pronunció.

El inspector ha esparcido sobre la mesa algunas fotografías donde puede verse a tres personas. Una es una mujer con su rostro cubierto por un antifaz y su cuerpo embutido en un traje de cuero, una dominatrix. Frente a ella aparece un hombre arrodillado y desnudo con una capucha en la cabeza. En una esquina contemplando la escena aparece un segundo hombre vestido de mujer. Ninguna de las tres personas es reconocible.

El inspector me confirma que las fotografías fueron halladas en mi ordenador tras el registro que se hizo en mi casa. Quiere saber cómo han llegado hasta allí y si conozco a las personas que aparecen en las mismas.

Me resume todo lo que sabe. Para él soy un hombre de cierta edad casado durante una década con una mujer excesivamente joven, en concreto veinte años menor. Una mujer retirada del mundo laboral, dedicada a presidir una asociación humanitaria sin ánimo de lucro, con una conducta social intachable.

Cree que la desaparición de mi esposa está relacionada con las fotografías. Está convencido que fui a algún lugar buscando una dominatrix, que ella descubrió las fotos, me pidió el divorcio y yo la maté por ello.

Sabe que no soy el tipo que aparece desnudo arrodillado ante la dominatrix por la diferente complexión que ambos tenemos. No cree que yo pueda ser el tipo vestido de mujer, porque soy un hombre respetable, no tengo pinta de ir por ahí haciendo el mamarracho de esa manera.

Ni se le pasa por la cabeza que al tipo desnudo mi esposa y yo le conocimos hará un par de años en un crucero por los fiordos noruegos. Nos gustó a los dos y le incorporamos a nuestro juego sexual. Como ella dijo:

—Es tan difícil encontrar a un hombre que quiera ser sumiso y a la vez amo de un sumiso travestido.

Durante todo este tiempo entre los tres todo ha ido bien. Fue a ella a quien se le ocurrió la idea de hacernos las fotos sin que se nos viera bien la cara a ninguno. Fue ella quien las descargó en mi ordenador, como muchas otras cosas.

La noche que no vino a dormir supe que algo no iba bien. Cuando amaneció y no dio señales de vida supe que no volvería. Fue entonces cuando hice lo que tenía que hacer, poner la denuncia correspondiente en la comisaría más cercana.

Nunca imaginé lo que vendría a continuación. La policía entrando en mi casa registrándolo todo. De momento sólo han encontrado las fotos del ordenador, sé que aparecerán los estados de las cuentas de su asociación porque ella me pidió guardar una copia de seguridad al haber problemas informáticos y no fiarse de nadie, sé que habrá algo que no estará bien y tendrá que estar relacionado con aquellos extraños movimientos bancarios que nunca entendí y que ella achacó a un error de la entidad ya solucionado.

El inspector quiere que admita que la maté e hice desaparecer porque no podría soportar que ella me abandonara por ser un pervertido.

No tengo ninguna prueba que demuestre que ella es la dominatrix de la foto, que se ha fugado con el sumiso que está arrodillado y que yo soy el hombre travestido que les mira. En cualquier momento un policía entrará en la sala de interrogatorios y le dirá al oído que he sacado una ingente cantidad de dinero de la cuenta de la asociación para encargar el asesinato y la desaparición de su cadáver. Cuando todo eso demuestre mi autoría ellos estarán en algún país sin extradición disfrutando de un montón de dinero.

Seré inculpado no sé de qué delito, da igual, iré a prisión. Allí podré ser tratado como lo que soy, una perra maricona sumisa engominada.

Por fin tendrá sentido la frase que ella me dijo sobre que mi peor enemigo es quien duerme conmigo.

Galiana

Con este relato acaban por esta temporada las citas de los martes, esto no significa que no tengas relatos, soy escritora y puede que cualquiera día durante este estío te sorprenda, presta atención a mi canal de Telegram y a mis redes sociales.

¡Feliz verano lleno de lecturas!

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About Galiana

Escritora, bloguera, podcaster, enamorada de todo lo que huele y sabe a Cultura
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