Los océanos gritan
y se visten de fiesta,
pues las ninfas
sus leales amigas,
cuidan su fortaleza pétrea.
Ellas son las dueñas
de los marineros perdidos.
Pues las hijas de Zeus
tienen una gran misión,
velar por las almas ausentes,
tal es su naturaleza.
No buscan gloria,
ni riquezas vagas, ni tesoros.
El hombre mortal
sucumbe y se rinde
ante tal desafío.
Ellas,
pertenecen a la Naturaleza áurea
viajan a través del tiempo,
fertilizan las tierras
y los bosques adormecidos.
Su canto despierta
los más profundos deseos.
Más no puedes ignorarlas,
pues la intensidad de su hechizo,
es capaz de doblegar
a los mismos dioses del Olimpo.
Nadie
ha conseguido vencerlas,
pues se ocultan
y son invisibles,
a la razón humana.
Aparecen y desaparecen
a su antojo,
nadie conoce su procedencia
ni su origen.
Pero cuando estás frente a ellas
sabes que no puedes temer nada,
pues irradian tanta fuerza,
que te conviertes
en preso incondicional de su destino.
@SaraRiveraGome2