Los líderes de las diferentes formaciones políticas deben haber hecho un pacto de Estado, de esos que dicen van a hacer y no encuentran el momento ideal para llevarlo a cabo, (momento de escuchar risas enlatadas) para ver quién dice en cada mitin o entrevista la gilipollez más grande.

La verdad es que los de a pie tendríamos fácil publicar un libro, o incluso alguno más, bajo el título ‹‹La antología del disparate de nuestros políticos››, porque la verdad es que todos y cada uno de ellos están sembrados. La hemeroteca de los medios de comunicación se va a quedar pequeña como tenga que almacenar tanta imbecilidad de de todos ellos desprestigiando la política de nuestro país.

El ramillete que nos ofrecen es de lo más variopinto. Los hay que exhiben su ignorancia en temas como el aborto, la eutanasia o las pensiones sin ningún tipo de pudor. Otros fanfarronean creyéndose dioses intocables, cuando alguien les insinúa que no deberían meterse en según qué charcos desentierran ETA y el dolor que todo ello generó, y se quedan tan pichis. También los hay que sufren de patrioteritis, creen que hacer patria son los toros, lucir la bandera de España en cualquier accesorio, cubrirse la testa con cascos históricos, renegar del cine y el teatro como Cultura pero aceptar la ópera y el ballet como tal, o promocionar la caza a la categoría de deporte. Hay quien explota un narcisismo tan exacerbado que resulta hasta caricaturesco. Otros han debido ver la opera rock Jesucristo Superstar tantísimas veces que repiten las frases de Camilo Sexto, más actualizadas, eso sí.

Nos esperan días de campaña electoral, después de una larguísima precampaña, y luego habrá más porque tenemos las europeas, autonómicas y municipales al mes siguiente. ¡Hasta las pelotas, con perdón, vamos a terminar los de a pie!

Los políticos seguirán gastando su tiempo encadenando disparates e incoherencias, trufando sus mítines de promesas que saben nunca podrán cumplir. ¡Es todo tan absurdamente grosero y patético!

Nosotros, los votantes, perderemos el tiempo en escucharles porque aún tenemos fe, porque esperamos que suene la flauta, porque…

Si nos fijamos en Catalunya hace tiempo que funcionan en medio del caos del procés. Lo hacen no precisamente porque los políticos se lo pongan fácil, el Parlament no legisla, lleva meses sin hacer absolutamente nada por los catalanes. Son los de a pie quienes siguen adelante, cada día levantan las persianas de sus negocios, hacen que funcionen la Sanidad, la Educación, la Administración…, que nada se paralice del todo.

Catalunya con una situación tan complicada, incluida la fractura social, puede hacerlo, lo está haciendo, con muchísima dificultad pero caminan. El resto de españoles podríamos hacer lo mismo sin necesidad de aguantar tanto cretino metido a político.

El tiempo de la mediocridad, del disparate, de lo absurdo, debe terminar. La política y quienes de verdad saben hacerla deben salir a la luz. No podemos seguir soportando, ni un minuto más, esta antología del disparate y menos cuando nos lo jugamos todo.

Galiana