¡Hola a todos! Hoy vengo a traeros el segundo episodio de los consejos de salud en Navidad. Vamos a hablar de las comidas/cenas navideñas, concretamente de lo excesivas que suelen ser en cantidad y qué podemos hacer.

No voy a descubrirle un secreto a nadie al decir que una nutrición adecuada es parte fundamental de nuestra salud. Tampoco voy a hacerlo si digo que durante las Navidades comemos en cantidad y calidad como si no nos importase lo más mínimo. No voy a poner una lista de alimentos saludables y no saludables aquí y tampoco a hacer un Top 10 de las recetas navideñas más saludables. El que más y el que menos ya sabe perfectamente lo que debe o no debe comer, pero todos sabemos que en Navidad la cosa se pone complicada y que tampoco vamos a romper con la extensa tradición de bombas de calorías que son los platos típicos navideños, así que voy a enumerar algunas pautas muy interesantes que si seguimos nos pueden ayudar, aunque sea un poquito.

Como no vamos a dejar de salir por ahí y casi todos los compromisos que tenemos en Navidad tienen que ver con la comida, en primer lugar os aconsejaría que siempre que vayamos a comer en casa intentemos compensar. Comidas ligeras, menos cocinadas, énfasis en verduras, menos platos de cuchara y más platos de tenedor y salteados/ plancha/horno.

Por otro lado, cuando vayamos fuera, tenemos que intentar evitar los empachos. Os recomendaría que no vayáis de comida en ayuno prolongado y que toméis siempre un entrante o primero que sea ligero: sopa, ensalada, verdura a la plancha, etc. Así reduces la ansiedad y quizá comas menos después. En todo caso si os sentís muy llenos lo principal es descansar después de las comidas, pero no acostarse, que dificulta la digestión. Además en caso de estar muy hinchado lo recomendable es no comer ni beber nada hasta pasadas varias horas, y en ningún caso encadenar comidas fuertes. Nada de tener una comida en familia por la mañana y una cena con amigos por la noche ¡Qué eso es una bomba para tu sistema digestivo!

Ramón Valenzuela