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El día amaneció gris, como mi estado de ánimo, sin embargo eso no me iba a detener. Cuando se me metía algo en la cabeza era imparable. Así que me levanté, me puse mi camiseta de la suerte y me dirigí hacia el trabajo
─Buenos días Madrid, aquí Mario López informando desde Radio Atemporal. No sé cuánto tiempo me dejaran estar en el aire después de lo que voy a decir, pero es importante que estén informados de lo que se va a venir encima.
Con solo decir estas palabras pude ver a través del gran ventanal como mi jefe, que estaba sentado cómodamente en su despacho, se levantó como se le hubieran pinchado y se dirigió hacia la cabina donde yo estaba retransmitiendo mi programa.
─ ¿Te has vuelto loco? ¡Abre inmediatamente la puerta!
─La invasión ha comenzado ─continué con mi locución mientras que a mi jefe se le salían los ojos de la órbitas ─esto es real, no lo tomen a broma. No piensen que es otra <<guerra de los mundos>>. Esta vez, todo es tan verdad como la vida misma.
─ ¿Qué crees que estás haciendo? Has perdido el control de nuevo.
Mi jefe dejó de aporrear la puerta y se marchó, imagino que a desconectar la emisión, así que me quedaba poco tiempo.
─No se dejen engañar, todo estaba planeado desde hace mucho tiempo. Los humanos hemos sido unas marionetas en manos de los extraterrestres y ha llegado el momento: dentro de dos días van a tomar el planeta y no vamos a poder hacer nada para impedirlo. Si tienen en sus casas algún lugar donde esconderse háganlo y si no, pues recen porque esto ya no hay quien lo pare.
No pude continuar porque la luz de todo el edificio se apagó. Mi jefe debía haber bajado los automáticos. Me quité los cascos y esperé. A los dos minutos se presentó con dos policías que rompieron, sin miramientos, la puerta y me llevaron detenido.
─Yo no he hecho nada, la gente tiene que saberlo.
Ni siquiera me escucharon. Me condujeron en el coche policial hasta un edificio que supuse sería la comisaría. Me equivoqué. Era una especie de centro médico donde todos me miraban con suspicacia.
─ ¿Dónde me llevan? ¿Qué es este sitio?
─Ya lo sabes Mario, volvemos a casa.
No tenía ni idea de lo que estaban hablando. Me metieron en una habitación con una cama en el centro y me tumbaron en ella atándome pies y manos con unas correas.
─ ¿Qué hacen? ¿Se han vuelto locos? ¡Suéltenme, ya llegan!
Mi miraban como si sintieran lastima de mi.
Cerraron la puerta con llave y se marcharon sin darme ningún tipo de explicación. Pasó todo el día y tenía todo el cuerpo entumecido de estar en la misma posición, ni siquiera podía darme la vuelta. Se abrió la puerta y entró la que supuse sería una enfermera, por la bata blanca. Era muy guapa.
─Hola Mario, ¿otra vez hemos vuelto a las andadas?
─No sé de qué está hablando.
Llamó por un interfono y se presentó otra mujer con una inyección y, sin que pudiera impedirlo, me pincharon en el brazo a pesar de mi resistencia.
─Con esto te sentirás mejor.
No sé lo que entendía esa mujer por mejor porque me dormí y no sentí nada más, solo sueños inconexos, reminiscencias de otras vidas.
Oía voces y no sabía si eran reales o no. Notaba mi cuerpo en esa cama, tumbado mientras mi mente vagaba por una realidad paralela. No controlaba mis sentidos, solo mi cerebro estaba activo, mandándome mensajes de alarma. Mis músculos no respondían a esos mensajes y estaba embotado. Oí la voz de la enfermera guapa y no sabía si era real o producto de mi imaginación:
─No podemos seguir así porque lo va a descubrir todo.
─Hay que continuar, de momento lo tenemos controlado.
No reconocía al otro interlocutor, sus palabras nadaban en mi inconsciencia pero no era capaz de saber de quién se trataba.
─Sería mejor acabar con él, así dejará de ponernos en peligro ─la guapa quería liquidarme y yo no podía ni moverme.
─No creo que esa sea la solución, creo que lo mejor es despertarle y explicárselo todo.
─Sí, por favor, quiero despertar, estoy dispuesto a colaborar ─mis palabras eran silenciadas y no salían de mi boca, a pesar de que las estaba gritando. Necesitaba comunicarme con ese hombre para evitar que la enfermera acabara con mi vida.
Sin embargo, no ocurría nada, seguía soñando cosas absurdas, dormido estando despierto. Cada cierto tiempo sentía nuevos pinchazos en el brazo y el sueño se hacía más profundo. Las voces seguían invadiendo los espacios vacíos de mi mente. Estaba ocurriendo, sabía que estaba ocurriendo: al final la invasión extraterrestre había comenzado y nadie iba a ser capaz de detenerla.
Mientras tanto, en los medios de comunicación se daba la siguiente noticia:
<<Según el Proyecto Genoma Humano, llevado a cabo por el Dr. Sam Chang, la raza humana fue creada por los extraterrestres. Según Chang, una forma de vida extraterrestre superior se ocupó de la creación de formas vida en múltiples planetas, desconociendo los motivos de ello>>
Ahora te pregunto a ti, querido lector:
¿Está Mario loco? ¿Es verdad es el mundo está siendo invadido por extraterrestres? ¿Lo que os estoy contando es otra ficción como la guerra de los mundos? Solo os puedo decir que el Proyecto Genoma Humano es cierto y podéis leer de ello en numerosas páginas de internet.











