Nuestros políticos hace tiempo que perdieron la perspectiva, el país estaba funcionando porque para bien o para mal los cuerdos éramos nosotros, los de a pie. Aunque últimamente no sé qué nos pasa que estamos sacando el borrego que todos llevamos dentro, y estamos demostrando que podemos ser incapaces de pensar por nosotros mismos, que nos estamos dejando manipular más de la cuenta.

Empezar un lunes, en mitad del puente de San Isidro, sagrado para cualquier madrileño que se precie, atacando al personal de esta manera no puede traer nada bueno.

De un tiempo a esta parte estamos más protestones que nunca. Nos gusta gritar en la calle haciendo mucho ruido, excesivo. Lo malo es que lo estamos haciendo con las tripas, aunque es verdad que por asuntos que estomagan bastante.

Hace unos meses llenamos las calles para que se mantuviera la prisión permanente revisable como si nos fuera la vida en ello. Fue al hilo del macabro suceso del niño Gabriel Cruz, tan cercano en el tiempo al caso Diana Quer. Dos asuntos sin duda espeluznantes que a los de a pie nos va a costar olvidar.

El caso es que esta rabia que sentimos cuando suceden este tipo de asuntos es hábilmente utilizada por los medios de comunicación, por las redes sociales, y por quienes politizan estas causas lo que no está escrito. Todos ellos hacen negocio con nuestra ira, nuestro dolor, nuestra rabia e impotencia. Todos ellos ejercen de manipuladores de mierda, y no paran hasta que llenamos las calles de gritos contra el ordenamiento jurídico.

¿De verdad queremos un ordenamiento jurídico que se modifique a golpe de griterío popular cada vez que sucedan hechos como los anteriormente descritos?

¿De verdad que la seguridad de las leyes las vamos a dejar en manos de manipuladores de mierda que lanzan a las calles a una masa enfurecida arrastrada por las tripas y no por la razón?

Es cierto que casos como la sentencia de la manada nos provocan vómito intelectual, eso es innegable, pero no debemos dejar que determinados medios de comunicación hagan caja con nuestra ira, porque eso es lo que al final a ellos les importa de todo esto.

Respecto de las redes sociales, éstas están llenas de frikies, de personajes y personajillos que buscan sus cinco minutos de fama y ven en ellas un medio perfecto para lograr su objetivo. Tengamos criterio. La gente con dos dedos de frente en lugar de hacerle el juego a los vocingleros suele hacerse agua.

Sobre quienes politizan este tipo de causas todos sabemos que estamos en precampaña electoral. En política, como en el amor y en la guerra, siempre cuando se obtengan votos los escrúpulos ni están ni se les espera.

El ordenamiento jurídico debe actualizarse para dar respuestas a las necesidades sociales. El legislador debe tenerlo en cuenta, pero las modificaciones se hacen con la cabeza, no a golpe de griterío y tripas, y mucho menos al dictado de manipuladores de mierda que buscan beneficios propios.

Galiana