
Ya sabéis que soy admiradora de los autores y pensadores de Oriente. En este mes de abril, el Dalai Lama, con su sencillez, su serena y contagiosa alegría y su claridad mental, nos trae palabras luminosas que llenarán de primavera nuestro corazón.
Su santidad, el Dalai Lama, coincide en sus enseñanzas con los principales fundamentos del budismo originario pero, además, ha sabido adaptarlos a la actualidad, a la problemática de la vida moderna, al ritmo de vida occidental que él mismo conoce de primera mano gracias a sus numerosos viajes por todo el mundo.
Dalai Lama – Tenzin Gyatso, 1935 – Actualidad.
14º Dalai Lama del Tíbet – Líder espiritual del budismo tibetano. Premio nobel de la paz 1989. En 2011 renunció a sus cargos políticos como dirigente del Gobierno del Tíbet en el exilio, manteniéndose únicamente como líder espiritual y religioso.
Autor de obras como El arte de la Felicidad.
El hombre sacrifica su salud para ganar dinero.
Luego sacrifica su dinero para recuperar su salud.
Y luego está tan ansioso por el futuro que no disfruta del presente.
El resultado es que éste no vive ni en el presente ni en el futuro; vive como si no fuera a morir, y luego muere sin haber vivido realmente.
—-oooo—-
Sólo existen dos días en el año en los que no se puede hacer nada: uno se llama ayer y, el otro, se llama mañana. Hoy es el día correcto para amar, creer, hacer y, sobre todo, vivir.
—-oooo—-
Creo que el verdadero propósito de nuestra vida es la búsqueda de la felicidad. Desde el mismo centro de nuestro ser deseamos la felicidad. En mi propia experiencia limitada he descubierto que, cuanto más nos preocupamos por la felicidad de los demás, mayor es nuestro sentido de bienestar.
Cultivar un sentimiento cercano, cálido, por los demás, automáticamente pone la mente a gusto, ayuda a eliminar cualquier temor e inseguridad que podamos tener y nos da la fuerza para hacer frente a cualquier obstáculo que encontremos. Es la principal fuente de éxito en la vida. Puesto que no somos únicamente criaturas materiales, es un error colocar todas nuestras esperanzas de felicidad únicamente en el desarrollo externo. La clave es desarrollar la paz interior.
—-oooo—-
Reflexión: Me encanta cómo el Dalai Lama centra, tan sencilla y sabiamente, el propósito de nuestra vida: la felicidad, y cómo lo sitúa en el eterno presente. Ni pasado, ni futuro: en el ahora es donde vivimos, donde amamos, donde creemos…
Cuando conseguimos liberarnos de las ataduras del tiempo, cuando traemos toda nuestra atención y consciencia al momento presente, sea en la situación que sea, es cuando comenzamos a vivir, a disfrutar, a sentir la felicidad en nuestra vida.
Por otro lado, el Dalai nos ofrece dos claves muy importantes para lograr ser conscientes de nuestro estado de felicidad: desarrollar la paz interior y contribuir a la felicidad de los demás.
En los próximos días trataremos ambas claves.












👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻
Me gustaMe gusta
Hola Ana. Me alegra que te haya gustado.
Un cordial saludo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Feliz viernes, Gema
Me gustaMe gusta
😘😘😘😘
Me gustaLe gusta a 1 persona
ME GUSTA
Me gustaMe gusta
Hola Pippo! Muchas gracias por tu comentario. Me alegro de que te guste la entrada de hoy. Saludos cordiales!
Me gustaLe gusta a 1 persona