
Quizá el amor es simplemente esto:
Entregar una mano a otras dos manos,
Olfatear una dorada nuca
Y sentir que otro cuerpo nos responde en silencio.
Quizá el amor sea simplemente eso:
El gesto de acercarse y olvidarse.
Cada uno permanece siendo él mismo,
Pero hay dos cuerpos que se funden.
Y, sin embargo, el amor quizá sea sólo esto:
Olvidarse del llanto, dar de beber con gozo
A la boca que nos da, gozosa, su agua;
Resignarse a la paz inocente del tigre,
Dormirse junto a un cuerpo que se duerme.
Antonio Gala, 1930 – Actualidad.
Dramaturgo, poeta, escritor, guionista y articulista.
Autor de obras como Samarkanda.
Reflexión: Me gusta este escrito versado de Gala porque destaca el carácter erótico del amor romántico, el hecho carnal como unión de dos seres en uno, en una unión serena y vital.












Precioso y estimulante.
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Me alegra que te haya gustado la poesía de Gala que he seleccionado para hoy, Miguel. A mí también me transmite muchas sensaciones. ¡Feliz día!
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Aunque muchos lo tengan enjuiciado por su codición sexual. Es uno de los grandes espadachines de la palabra, la comunicación. Las tertulias con él son de todo menos aburridas. Un abrazo de viernes, Galiana.
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Estoy de acuerdo contigo, Nicolás: Antonio Gala es uno de los mejores escritores y dramaturgos que tenemos en la lengua castellana, creador de historias, de emociones, de experiencias, de pensamientos y sí, también inventor de palabras.
Sólo unas líneas más para aclarar que, la que suscribe, no es Galiana: soy Gema, una de las colaboradoras de Galiana y Cía. ¡Feliz finde!
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Sí,Gema. Disculpa a éste ciego, que sin sus gafas no ve tres en un burro: es la segunda vez que me pasa; por tanto un abrazo de viernes -como no- también para ti, Gema.
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Jejeje, nada que disculpar. Ha sido divertida tu confusión.
Un cordial saludo, Nicolás, y feliz viernes y fin de semana.
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MUY BUENO
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Me alegra que te haya gustado. Feliz día!!
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Fascinante esta parte: «Y sentir que otro cuerpo nos responde en silencio.» A veces el amor carnal se también se vive en silencio y resulta delicioso callar el deseo de gemir o de hablar.
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Me encanta tu comentario. En nuestros tiempos, es tan difícil entender que también es bonito compartir el silencio. Me parece una forma de intimidad en pareja muy cómplice, sobre todo, cuando da pie a expresarse de otros modos que no sean las palabras: con caricias, con miradas, besos, sonrisas…
Feliz finde!!
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Wow, me volaste los sesos. Me has recordado un fragmento de la resistencia de Ernesto Sabato en la que menciona el constante ruido en que estamos inmersos. Te comparto un fragmento: «Algo que a mí me afecta terriblemente es el ruido. Hay
tardes en que caminamos cuadras y cuadras antes de
encontrar un lugar donde tomar un café en paz (…)
Me
pregunto si la gente se da cuenta del daño que le hace el ruido, o es que se los ha convencido de lo avanzado que es
hablar a los gritos. En muchos departamentos se oye el
televisor del vecino, ¿cómo nos respetamos tan poco?
¿Cómo hace el ser humano para soportar el aumento de
decibeles en que vive?». Gracias por tu respuesta y definitivo, nada más delicioso que hablar sin palabras.
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Hermoso y muy estimulante!
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