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Cada 28 días millones de fotografías inmortalizan la luna llena de turno. La poderosa atracción de nuestro satélite no mengua con el tiempo, sino que una y otra vez nos atrapa, nos altera, nos enciende, desbarata nuestras neuronas y envalentona a nuestras hormonas. De nuevo cedo al poderoso influjo de la luna y la traigo a este blog de Galiana. Como siempre.

@JoseRaigal












Pingback: Miradas furtivas: De nuevo la luna – Manuel Aguilar
¡Una foto muy bonita!
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Gracias, la luna siempre es inspiradora. Lo difícil es conseguir fotografías novedosas de ella 😉
Un abrazo
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