La campaña electoral en Galicia y Euskadi llega al final. Ha sido una campaña devorada por los escándalos de Rita Barberá y los ERE de Andalucía. A poco más de 24 horas del cierre no podemos encontrar un titular que resaltar, como si todo hubiera transcurrido en un impase de espera. Los políticos esperando que sean los ciudadanos los que se responsabilicen, una vez más, de todo, y los de a pie soportando mítines y más mítines donde se habla de todo menos de lo que de verdad importa.

Vivimos en tiempos extraños, donde lo destacable está en ver como los robos de lo de todos, por parte de algunos que se decían servidores públicos, han sido la tónica general de estos últimos años. Es terrible ver como nadie pone en valor la sensación que tiene la ciudadanía de estar gobernada por una panda de Golfos Apandadores.

El PP nos vende una recuperación económica, se le olvida decir que basada en la precariedad laboral, la emigración de los jóvenes como única salida, el futuro incierto de las pensiones, el involucionismo retrogrado de la LOMCE el Educación, el desastre de la Sanidad Pública… Con estos mimbres Feijóo en Galicia renovará, con mayoría absoluta parece ser, su mandato en Galicia, con lo que Rajoy y su banda se darán por satisfechos. En Euskadi poco van a conseguir, pero son conocedores de ello.

El PSOE no sabe a qué jugar. Duda entre dejar que Rajoy gobierne gracias a la abstención, o continuar enrocados en el “no es no” y tratar de formar un gobierno con 85 diputados. Los resultados del domingo son los que van a inclinar la balanza, ¡menuda estupidez! Tanto en Galicia como en Euskadi los de Ferraz se van a llevar un palo descomunal, pero es lo que hay cuando se pretende en septiembre aprobar sin haber estudiado durante el verano las asignaturas que se suspendieron en junio.

La recuperación de Podemos depende de que en Euskadi se obtenga un resultado perfecto. Les vale ser segunda o tercera fuerza, le pone el quedar por delante de EH Bildu. Logren los resultados que logren la lucha entre Pablo Iglesias e Íñigo Errejón por el control del partido es imparable. Ellos crearon el partido, y ellos con sus ansias de protagonismo acabarán con el mismo demostrando que fueron flor de un día.

Albert Rivera, la habilidad que tiene este chico para saber conjugar cuando hay que estar en la pomada con tener un perfil bajo es alucinante, no se juega casi nada en los comicios vascos y gallegos. Ha decidido que lo suyo consiste en tener la mano para cuando se le necesite, y en ambas CCAA no se le necesita para nada en esta ocasión.

Con este panorama en Euskadi y Galicia se celebrarán los comicios este domingo. Los políticos les han echado encima la responsabilidad a los de a pie no solo de decidir quién gobierna en sus respectivos territorios, sino si tendremos que ir a terceras elecciones en el resto de país.

¡Qué los dioses iluminen a los vascos y gallegos el domingo, por su bien y por el de todos nosotros!

Galiana