La ciudad visigoda perdida II

Todo tiene que ver con las habladurías de la gente. En los últimos meses, vecinos de San Pedro el Verde y del Poblado Obrero han venido a verme a la redacción para que investigue las extrañas apariciones que creen ver en los restos arqueológicos de Vega Baja. Porque, según ellos, soy el periodista oficial de la zona… ¡Menuda tontería!

¿Es que en esta ciudad siempre vamos a estar hablando de espíritus, leyendas y fantasmas? ¿Hasta cuándo vamos a seguir en Toledo con estas historias? ¿No hay nada más? No me digas que esto puede ser el hallazgo del siglo, que eso ya lo sé. No son más que los restos de una antigua ciudad visigoda, ahí es nada. Es cierto que han aparecido tumbas, murallas, basílicas… Como si en Toledo no tuviéramos de eso a patadas. Pero aquí hay un misterio por resolver, del que Bécquer, con toda probabilidad, habría hecho una leyenda. Hasta podríamos convertir Vega Baja en otra Casa del Diamantista.

Aunque, claro, je, je… Si al final construyeran esas viviendas sobre los restos, y hubiera algo de verdad en esas habladurías, ¡menuda risa nos íbamos a echar los que creemos que esto es una zona arqueológica de primer orden!

Toledo, en pleno siglo XXI, no es más que un museo viviente. Pero no olvidemos que la culpa de nuestro ostracismo la tiene Felipe II. Nos mandó a freír espárragos como capital del Imperio para llevarse la Corte a la Villa de Madrid, porque a su mujercita le pareció que esta ciudad era un asco. Ella, tan acostumbrada a lugares como Versalles… ¡Menuda desilusión se llevó! La pobre pensaba que ser reina de España era lo mejor que le podía pasar, y se equivocó. Aunque, bien mirado, querida grabadora, ¿te imaginas que fuéramos como Madrid? Quita, quita, que solo de pensarlo se me ponen los pelos de punta. ¡Con lo bien que nos viene decir que tenemos nuestro propio barrio chino!

Julián, Julián… estás desvariando. ¿Qué tiene que ver la reina Isabel de Valois con los restos de la ciudad visigoda? Será la noche, el frío, el silencio y la soledad, que te hacen desbarrar más de la cuenta.

¡Se me ocurre una maldad! Si construyeran esas viviendas que dicen que van a levantar sobre las tumbas descubiertas, más de uno podría acabar viendo un fantasmita pululando por su cocina, sentado en su salón o durmiendo en su cama. ¡Sería como vivir la película Poltergeist de Spielberg en la mismísima Vega Baja!

¿Habrá tenido en cuenta el Ayuntamiento que, después de llenar las arcas municipales con el dinero de la especulación inmobiliaria, no estaría mal que Hollywood se diera una vuelta por Toledo? Este alcalde no parece consciente de las posibilidades a largo plazo que esto podría tener para la ciudad. Mañana, a primera hora, subo a su despacho y se lo suelto como quien no quiere la cosa. Eso sí, yo no viviría aquí ni aunque me regalaran la casa. ¡Que para apariciones ya tengo bastante con mi suegra cuando viene de visita!

To be continued…

Galiana