
Más, donde terminan
cada uno de tus besos?
Besos transformados
en pequeños dones
que la vida nos regala.
Tus manos
extendidas al vacío,
me hablan de sueños dormidos
que al despertar,
acarician mi alma
e invaden mi pecho
de pétalos blancos,
vestidos de esperanza.
Al fin te acercas,
estás frente a mi,
sigiloso, altivo, sin miedo a nada.
Tu entrega es inminente.
Nuestros cuerpos se rinden desfallecidos
para unirse de forma irremediable,
en un viaje
con destino a la ciudad sin nombre.
Sara Rivera











