En el PSOE tienen un problema, uno más a los muchos que ya acarrean desde hace tiempo. La coalición entre Podemos e IU-IP le deja tocado, tanto que puede que el 26J el tocado se convierta en hundido.

La estrategia de los socialistas ante la coalición entre Pablo Iglesias y Alberto Garzón para hacerse con el poder de la izquierda no debería pasar, pero lo hace, por calificarla de extrema izquierda, de eso ya se encarga el PP. En Ferraz no deben olvidar que la mayoría de los votantes de la coalición morada son de los suyos, que hartos de las luchas internas en el partido se han ido con viento fresco a otro lugar.

Pedro Sánchez no debería ir contra la nueva coalición a cara de perro. Hacerlo supone caer en el mismo error que Napoleón, tener dos frentes abiertos contra los que luchar, y eso lleva a la derrota siempre.

¿Qué debería hacer el PSOE ante una situación en la que a todas luces sale mal parado? Complicado es responder a esta cuestión nada baladí. Haga lo que haga le tienen pillado por la entrepierna, con lo que la única opción es tener cabeza para que el desaguisado no sea demasiado tremendo el 26J.

Los socialistas, ante todo, no deben perder la perspectiva ni su propia identidad. Es difícil mantener la calma en una situación tan diabólica, pero la finalidad no es salir bien parado de este entuerto sino echar del poder al PP. Lo de echar a Rajoy y los suyos de Moncloa no lleva implícito vender el alma al diablo a cualquier precio, la situación es desesperada pero tampoco es eso.

Para comenzar en Ferraz deberían darse cuenta que están aislados dentro de la izquierda, fruto de una concatenación de errores en la toma de diferentes decisiones del partido a lo largo de los últimos años. El PSOE no termina de asumir que tiene una dura competencia por liderar la izquierda, y por si esto no fuera para nota, que lo es, se niega a admitir que el temido sorpasso está ahí, soplándole en el cogote.

Todo esto unido a la guerra interna por echar a Pedro Sánchez y colocar a Susana Díaz o Eduardo Madina al frente de Ferraz está llevando a los socialistas a un desastre que ni el de la Armada Invencible.

Con estos mimbres se hace complicado afrontar las elecciones del 26J. Podemos e IU-IP han dado un golpe de timón apostando por una coalición. Les puede salir bien o como el rosario de la aurora, pero modifica y mucho la campaña electoral respecto del 20D, ya que hay un claro perjudicado en todo esto que no es otro que el PSOE.

El PP mira, con la comodidad que da Moncloa, como la izquierda se mata entre ella para apearle del poder. Mientras ellos estén enfrascados en sus quitas ellos vuelven a la estrategia del plasma, lo de pasarse por el forro la ley que prohíbe expresamente implicar a las instituciones públicas en los actos de campaña ya si eso.

Complicado lo tiene el PSOE, sin duda. Confiemos en que sepa tomar las decisiones correctas de aquí al 26J, o de lo contrario la derrota va a ser tan descomunal que lo del sorpasso va a quedar en una nadería.

Galiana