Pedro Sánchez está intentando un imposible, es consciente de ello. El hecho de que sea imposible no significa que no pueda hacerse, y él lucha hasta el final. Como los buenos gladiadores morirá en la arena si es necesario. Hoy no reunirá los apoyos para ser elegido, puede que en la siguiente ronda alguno se una a su pacto con Ciudadanos, es en lo que confía. De aquí al viernes va a vivir horas que no se las deseamos ni a nuestro peor enemigo. Cuando dio el paso al frente, asumiendo la responsabilidad que otro no quiso, era muy consciente de donde se metía. En estos días verá como aquellos en quienes más confía le van a traicionar como Judas a Cristo por 30 monedas de plata o incluso por algo menos. Está liderando una batalla contra todos, toca esperar que alguno de sus oponentes víctima de la situación y de los nervios cometa un error.

Entre sus oponentes a que sea el próximo presidente del gobierno tenemos a Rajoy, actual Presidente funciones. Cuenta con el respaldo de 122 diputados, pero su incapacidad para el diálogo es la que ha llevado al PP a la situación de haber sido la fuerza política más votada y no tener apoyos para formar gobierno. Rajoy es un cobarde, un insulso que pretende permanecer otros cuatro años más en el poder porque tiene miedo que los que estén por llegar descubran que no ha jugado limpio todo este tiempo. No, no nos referimos a que sea el jefe de la Cueva de Alí Babá en la que parece ser que se ha convertido Génova, que de estos asuntos ya se están encargando los tribunales. Lo que no nos vamos a callar es que el país lleva en un parón institucional desde el 20D por la inacción de Rajoy. España no debe permanecer ni un minuto más en esta situación, lo de tenerlo todo amañado para que en junio tengamos de nuevo elecciones no debe ser una opción, aunque sea la que él busca.

Pablo Iglesias todavía no ha entendido que la política no se hace como él quiere, cuando él quiere, y al gusto que él quiere. Es cierto que las cosas deben cambiar, pero aunque se llena la boca de la palabra consenso a la hora de la verdad es un dictador disfrazado de demócrata, y con todos nuestros respetos de eso ya hemos tenido más suficiente de un tiempo a esta parte.

Alberto Garzón va a cometer el mayor error de su vida negándole a Sánchez la posibilidad de ser elegido Presidente. Con lo bien que se le da la faceta de mediador, es una lástima que este chico tenga una visión tan cortoplacista. Alguien debería decirle que como siga siendo el perrito faldero de Podemos va a terminar fagocitado por la coalición morada, y sería una pena que IU desapareciera a manos de Iglesias y los suyos.

Albert Rivera pondrá sus 40 diputados sobre la mesa, pero son insuficientes para que Pedro Sánchez pueda formar gobierno. Lo que no debemos perder de vista que el líder de la formación naranja es un buen mercenario y como tal se vende al mejor postor. El PP está ahí acechándole por si el PSOE fracasa.

Es el tiempo de que algunos entiendan que se deben tener alturas de miras, mentalidad de hombres y mujeres de Estado. Que nadie parpadee porque puede perderse lo mejor.

Galiana