Sobre la figura de Pedro Sánchez pivota el futuro de nuestro país ya que el cobarde de Rajoy así lo ha querido. El líder de PSOE tiene su club de fans y por supuesto sus detractores, fuera y dentro de su propio partido. Podremos tener un gobierno en cuestión de días o tendremos que ir a nuevas elecciones para mayo/junio, eso a día de hoy nadie lo sabe, pero lo que nadie podrá quitarle es el haberlo intentado.

Por haberlo intentado debemos entender el sentarse a negociar con todas aquellas formaciones que tengan a bien sentarse a negociar. Por negociar debemos entender no los sillones a ocupar en el Consejo de Ministros sino propuestas concretas acerca de las políticas a desarrollar en este país.

Ya la estamos liando con esto de hablar de políticas comunes entre las diferentes formaciones políticas que quieran apoyar, pactar, o llámalo “H” a Pedro Sánchez en sus pretensiones de formar un gobierno progresista y reformista. Vayamos por partes, que aquí es donde está la madre del cordero.

El PP sigue defendiendo que al ser la lista más votada son los que deben partir el bacalao. Rajoy no entiende que al declinar formar gobierno acepto ser oposición o ir a elecciones nuevas, que ya ni pincha ni corta. El PP es un partido que o se une agachando la cerviz al PSOE con humildad y dejando en casa la prepotencia, o se opone a todo y nos envía a unas nuevas elecciones. De momento con su actitud están demostrando que entender, lo que se dice entender, en que consiste la democracia va a ser que no tienen ni puñetera idea.

Pablo Iglesias sigue emperrado en dos asuntos que para él son de enjundia. Por un lado, quiere la Vicepresidencia, debe ser que heredar el puesto de Soraya le pone lo que no está escrito; por otro lado, exige que Albert Rivera y los suyos ni se acerquen no vaya a ser que les tilden de virar a la derecha y pierdan adeptos a la causa.

El líder de Ciudadanos está encantado de sentarse a la mesa con Pedro Sánchez a negociar políticas en las que parece que hay acuerdos. Para empezar sobre la mesa no está su famoso contrato único, lo cual los trabajadores se lo agradecemos, y parece estar tragando con el tema de la renta mínima. Albert Rivera no es un ángel, es un lobo disfrazado con piel de cordero, el líder del PSOE debería tenerlo en cuenta porque como no lo haga se la va meter doblada.

Llegados a este punto para ver a Pedro Sánchez como presidente del Gobierno queda un largo camino, y sobre todo hacer muchos equilibrios con los números, tal vez demasiados.

En el hipotético caso que el líder del PSOE consiguiera que Ciudadanos le apoyara en la investidura, serían 40. Necesita la abstención de Podemos y del resto de formaciones políticas para que los síes superen a los noes, lo cual no va a ser sencillo.

Tema sobre si se puede gobernar con 130 diputados de 350 es otra cuestión que, como diría el no tan molt honorable Jordi Pujol, hoy no toca.

Galiana