Ya queda menos para que acabe este complicado año electoral, apenas unos días. En este año muchas cosas han empezado a cambiar, y otras que tienen que hacerlo sí o sí. Como en toda buena película al estilo Hitchcock el suspense lo comenzaremos a sufrir el próximo domingo, y no sabremos el final hasta casi pasadas las navidades con lo que más de uno va a estar al borde del infarto.

Pensando en lo que de verdad necesitamos, fuera de colores, tendencias o modas, este país necesita políticos y políticas de altura para sacarnos de donde estamos. Visto lo visto, los votantes tenemos un buen lío por delante para elegir.

Empecemos por el candidato Rajoy, por aquello que opta a renovar mandato. Lleva cuatro años en el poder, haciéndonoslas pasar canutas a la mayoría de los españolitos de a pie. Tanto si se queda otros cuatro como si se va a su casa la Historia le recordará por ser el político que incumplió todas y cada una de sus promesas electorales, y que no contento con eso se presentó con las mismas promesas que cuatro años antes estando seguro que los tontos leales tropiezan dos veces en la misma piedra.

Sigamos con Pedro Sánchez. Podría ser el “mirlo blanco” de los socialistas, pero no parece que sea así. Intenta exponer lo que quiere hacer por el país dándoselas de hombre de Estado, y aptitud y actitud tiene. En su contra tiene que la cámara no le quiere, y eso que tiene una planta que para dar en cámara le daría de sobra, pero… La cama se la hacen los suyos desde dentro, y el resto de oponentes en su carrera a Moncloa no hacen sino darle codazos por la izquierda y por la derecha.

Albert Rivera no pasa de ser un oportunista que sabe vender como nadie. Mucha planta, no vamos a negarlo, pero cuidado porque no es lo que pretende ser. Tanta como le quiera para yerno, tanta que se va a llevar un chasco descomunal. Ciutadans es una amalgama de jóvenes bien plantados muy, pero que muy de derechas, que intentan parecerse a su líder, el de la labia perfecta, pero que ni saben ni pueden porque un embaucador nace, no se hace.

Pablo Iglesias es un manipulador nato, cualidades que siempre acompañan a los políticos que se dedican a la “fontanería” dentro de sus partidos. En este momento España no necesita de esta clase de advenedizos que se comportan como Mesías intentando guiar al pueblo hacia la Tierra Prometida. Ha logrado una secta, la cual va a sentirse muy defraudada cuando vean como su líder está deseando lucir traje y corbata en los saraos de postín.

Para los que estén pensando en el voto útil, lamentamos recordarles que la fórmula funciona con el bipartidismo, pero esta convocatoria electoral no va de esto. Los candidatos con serias opciones de formar gobierno son cuatro, lo que rompe con todo lo que habíamos conocido hasta ahora, si exceptuamos las primeras elecciones democráticas. Pensar que Alberto Garzón sería la salida a nuestro intríngulis sobre a quién votar podría ser tan útil como darle de comer margaritas a los cerdos.

Complicada no, lo siguiente, la tarea que tenemos el próximo domingo ante las urnas. Habrá quien sea fiel a sus colores y vote con una pinza en la nariz, quien busque un cambio y decida que cualquiera menos los que están, quien quiera hacerse el moderno, e incluso quien se lo juegue al pinto, pinto, gorgorito.

¡Qué los dioses nos vayan iluminando! Fácil, lo que se dice fácil, no lo tenemos si lo que de verdad pretendemos es dar con un hombre de Estado que tenga la altura política que se necesita para dar la talla.

Galiana

PD. Desde aquí queremos felicitar por su cumpleaños a nuestra compañera @MeriVg