Rajoy, cacique de pueblo

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Rajoy como buen cacique pueblerino está más preocupado por leer el Marca, dar permiso para que monten fiestas con marcado tinte electoralista los suyos en el Congreso, invitar a los “jefes” de las diferentes Instituciones del Estado a amenazar las ansias del independentismo de Mas, hacerse fotos en la UE a costa del tema de los refugiados, decir que la economía española es lo mejor de lo mejor, nombrar a dedo a quien le sale del bolo, y alguna ocurrencia más que se le ocurra a Moragas.

Por partes, que se nota que arrastramos la maldición de los lunes y las cacicadas nos ponen más que a un tonto un lápiz.

Rajoy, siguiendo las normas que distinguen a los buenos caciques, se ha interesado poco o nada por el funcionamiento del PP en los últimos cuatro años, lo ha dejado todo en manos de Cospedal. Ya sabemos que la Secretaria General PP es igual de buena en el ejercicio de este cargo que lo fue como Presidenta de Castilla-La Mancha. El resultado es que en casi todas las CA las luchas de poder en el PP han estado a la orden del día. Cuando el asunto se les iba de las manos Rajoy ha recurrido a la “dedocracia”, propia de los caciques, para arreglar el entuerto. Sirva como ejemplo el PP de Euskadi, donde a Arantxa Quiroga le han hecho la cama hasta conseguir que Alfonso Alonso fuera designado para ocupar su puesto, él no quería pero nadie le dice no al cacique de Rajoy.

Sin abandonar al Ministro de Sanidad, que tiene un par de meses para ser multitarea entre Euskadi y Madrid, hay que estar hecho de una pasta muy especial para tener a todo el colectivo sanitario en contra con la famosa “marea blanca” y aplaudir que Moragas decida que la campaña para promocionar los logros del Gobierno en economía se desarrolle en un hospital. La prepotencia de esta genta no es comparable a nada que hayamos vivido, pero que nadie se altere que pagarán por ello el 20D.

El revuelo organizado por la presentación del famoso vídeo promocional del PP en el Congreso por una Soraya Sáez de Santamaría en plan “quiero sustituir a Rajoy y me postulo descaradamente al puesto”, fue convenientemente apagado por el asuntillo de la dimisión de Quiroga. Y la elección de Alonso para sustituirla ha dado paso al tema estrella de la legislatura de Rajoy.

La pugna entre Mas y Rajoy por ver quien se lleva más titulares no tiene parangón. Tanto a uno como a otro, que son dos caciques a los que la soberbia les nubla el sentido común, se la refanfinfla que el país viva en un ay constante por el postureo de ambos en el tema del independentismo.

El catalán quiere fotos en plan soy el mejor y voy a conseguir una Catalunya independiente, y el inquilino de Moncloa ha dado orden de poner la maquinaria del Estado para aplastarle como sea, dando lo mismo que las instituciones judiciales al más alto nivel queden en entredicho.

La semana empieza arrastrando temas de la pasada, como no podía ser de otra manera, y mientras los españoles estamos más concienciados que Rajoy y los suyos deben irse a casa el 20D sí o sí.

Galiana

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Escritora, bloguera, podcaster, enamorada de todo lo que huele y sabe a Cultura
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