Se puede tener un Presidente del Gobierno inepto, cretino, cenutrio, e incluso que sea capaz de demostrar tener manifiesta incompetencia para desarrollar el puesto para el que ha sido elegido, y se puede tener a un pelele mequetrefe como Rajoy sentado en Moncloa con todo lo que ello supone de sufrimiento para los españolitos de a pie.

Nada más tomar posesión de su cargo, hace ya la eternidad de casi cuatro años, fue a ver a Merkel para ponerse a su servicio. Desde el minuto cero dejó que ella se inmiscuyera en los asuntos internos de España dándole vela en el entierro del devenir de nuestro país durante una legislatura, casi ná.

Rajoy vuelve de su encuentro bilateral en Alemania, así es como llaman a que la Canciller le entregue en mano redactado el Decreto-Ley, para ponernos a todos mirando a Cuenca recortando Derechos y Libertades sin parangón.

Tantas veces como Rajoy no ha sabido qué hacer, tantas veces que se ha visto con Merkel para que le sacara del aprieto. Tantas han sido las veces que la ha visitado que suponemos ha debido aprender alemán como poco.

Dejando a un lado que el Presidente del Gobierno se atreva a decir “guten morgen” en la intimidad, no conviene olvidar que todo cuanto ha hecho Rajoy al dictado de Merkel nos va a pasar factura en el corto, medio y largo plazo.

El tema que se va a llevar la palma en esto de los pagos por la ayuda recibida es el haber internacionalizado el soberanismo catalán. ¡A que narices viene buscar el apoyo de Alemania! ¿Acaso a Rajoy le faltan arrestos para aplicar el artículo 155 de la Constitución si hiciera falta?

Alguien debería haberle dicho al Presidente del Ejecutivo que poner la cuestión catalana en el disparadero internacional para lo único que sirve es para reforzar el independentismo. Al personal que alguien de fuera vengan con amenazas les chirría, y si es “Doña austericidio” más todavía.

En este orden de cosas, y dado que el 27S está a la vuelta de la esquina, veremos el crecimiento exponencial del soberanismo cada vez que desde Bruselas se diga que no se va a permitir una modificación de las fronteras de las UE, y que si a Mas y a los suyos se les ocurriese declarar la independencia el aislamiento internacional sería de toma pan y moja.

Todas estas intromisiones en el funcionamiento interno de España nunca deberían haberse producido, pero es lo que sucede cuando de las urnas sale elegido para dirigir al país un patán incompetente incapaz de respirar por sí mismo.

Esperemos que en las próximas elecciones los votantes tengamos algo más de cabeza a la hora de decidir quien llega a Moncloa. Para ello necesitamos no tener una laxitud de memoria tan descomunal que nos haga olvidar el mal que ha hecho el zoquete simplón que en este momento tenemos ejerciendo de Presidente del Gobierno.

Galiana