Los asesores y dirigentes de campaña de Pedro Sánchez han logrado su objetivo, que la noticia de la proclamación de éste como candidato a la Presidencia del Gobierno se arrastre durante días, así que vamos a darles una medalla por lo bien que lo han hecho.
La imagen del líder de los socialistas con la bandera de España como telón de fondo se ha convertido en viral porque molesta a algunos de los suyos y escuece en la derecha como ninguna otra cosa.
Los socialistas de mente estrecha y mirada corta, que afortunadamente no son muchos, se lo han tomado como una traición al espíritu republicano del partido que fundara Pablo Iglesias Posse. Lo de que la rojigualda sea la bandera reconocida por la Constitución en su artículo 4 en detrimento de la tricolor se la trae al pairo. Mal vamos si a estas alturas de la película no entendemos que una cosa son nuestros deseos y otra aceptar la realidad que tenemos.
A la derecha contemplar a Pedro Sánchez con la bandera de España les ha sacado de sus casillas. ¿Cómo osa el líder de la oposición apropiarse de algo que ellos tenían en exclusividad?
En el PP siempre han hecho gala de un patriotismo tan exacerbado como farisaico, puro postureo sin más. A la hora de la verdad han demostrado que lo de hacer país, patria o cómo queramos llamarlo, se la trae al pairo.
Expliquemos esto que luego nos acusan de amontonarnos en demasía.
La derecha en campaña es patriota hasta empalagar. Los que acuden a los mítines llevan pulseritas con la rojigualda, chapitas e incluso sombreros con la bandera como si fueran una tienda de souvenirs ambulante. Una vez que llegan a Moncloa la cosa cambia radicalmente, guardan su patriotismo de tercera en un cajón y sacan su verdadera faz.
El PP en el poder olvida que son más patriotas que nadie y se dedican a privatizar empresas públicas lo que no está escrito. Con ello pagan los favores a sus amiguitos del alma que tanto parné han puesto, no entraremos si de forma lícita o no, en su campaña. Estos amiguitos favorecedores del no patriotismo de los populares, cuando los populares abandonan el poder, les harán “un puerta giratoria” como está mandado, y aquí paz y después gloria.
El PSOE ha decidido que ya está bien de que los símbolos patrios sean exclusivos del PP, lo cual a la ciudadanía no debería sorprenderla porque a Pablo Iglesias y a los suyos no se les ha caído, ni lo hará, de la boca el concepto desde que irrumpieron en el panorama político.
En Podemos no sacan la bandera constitucional como fondo en los mítines, y es por eso que a la derecha le ha pasado desapercibido. Tal vez porque no escuchan el contenido del discurso de los podemitas, tal vez porque como lo de lucir bandera es postureo no han caído en ello.
A estas alturas del partido nos resta decirle a los que han diseñado la campaña de Pedro Sánchez para llegar a Moncloa, que ¡chapó!, porque han encendido a casi todos. Como escribió Goethe: «Pero sus estridentes ladridos / sólo son señal de que cabalgamos».
Galiana












Solamente puedo decir: ¡Chapeau!
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Muchas gracias
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