A un día del cierre de la campaña seguimos como al principio de la misma, porque en este país hace años nos abonamos al lema del gatopardismo “Hace falta que algo cambie para que todo siga igual”.

A estas alturas de la película deberíamos sabernos al dedillo los programas electorales de cada una de las diferentes formaciones políticas, pero va a ser que no. En las plazas de cierta enjundia los candidatos no han dicho ni mu sobre el contenido del programa, con lo que los ciudadanos, reconvertidos en votantes el próximo domingo, practicaremos el juego de la ceguera combinado con ponernos una pinza en la nariz.

Pongamos el caso de Madrid, por aquello de ser la capital del país.

Cifuentes en cada mitin, en cada una de las entrevistas que ha concedido a cualquier medio de comunicación siempre se refiere al contenido de su programa. A fecha de hoy el mismo debe estar escondido como las llaves famosas, en el fondo del mar, y como Madrid carece de él le pasa a la candidata del PP que no encuentra el contenido del famosísimo programa ni aún con la guía de un GPS.

Dejemos Madrid que luego los de provincias se nos enfadan y dicen que les ninguneamos lo que no está escrito.

En Castilla-La Mancha Cospedal ha optado por dejarse de zarandajas. No está por la labor de presentar programa alguno a sus votantes, luego le pasa como a su jefe de filas, que le exigen que lo cumpla y tiene que inventarse mil excusas para no hacerlo. La lideresa de los castellano-manchegos se ha venido tan arriba que le sobra y le basta con su gestión al frente de la CA que preside para quedarse una legislatura más presidiendo la misma. No seremos nosotros los que le recordemos que García-Page viene muy fuerte y que a lo más que llegan las encuestas es a dar entre ellos un empate técnico.

Votar a un Alcalde siempre ha sido como pensar más en la persona que en el partido, pero sacar la plaza de Regidor Municipal no es asunto baladí.

En Sevilla Zoido hace tiempo que tiene la maleta hecha. Juan Espadas parece que será el nuevo inquilino del Ayuntamiento sevillano, pero, cuidadito que los chicos de Albert Rivera pueden hacer que manden unos u otros.

En Valencia Rita Barberá no tiene en mente hacer mudanza, lleva más de 22 años apoltronada como regidora en la capital del Turia, y sacarla de allí es harto complicado. La Gürtel ha hecho lo suyo durante esta legislatura, pero la lideresa de los populares valencianos está convencida que no ha nacido todavía quien la mande a casa a pasar “caloret”

Éste es el panorama de aquí al domingo. Que cada cual vote lo que le venga en gana, le apetezca, desee, o lo que crea conveniente. Que lo haga pensando en lo que hace, o tirando su voto a la basura, pero hagamos entre todos que la abstención no sea la reina de la fiesta.

Galiana