Una de las noches más frías de enero, esperando en el portal que mi hijo bajase para celebrar su santo en el Kebab. Abrigado hasta las cejas (casi), soportando la helada nocturna en un duro invierno en el que millones de personas padecen pobreza energética. ¡Menudo frío!
@JoseRaigal













Está claro que la buena gente existe. Sed felices por favor.
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La felicidad debería ser patrimonio universal. Un abrazo, Javier 😉
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