El Gobierno trata a los ciudadanos como gilipollas, y en parte lo hace porque se lo consentimos, y en muchos casos se los aplauden y jalean al estilo “caverna mediática”.

Despacito, que ya nos estamos embalando pero es que algunas veces tanta burda manipulación nos ciega.

El Gobierno vive en el miedo permanente a perder el poder por diferentes cuestiones, algunas propias y otras ajenas.

Entre las ajenas podríamos poner que Pedro Sánchez se está convirtiendo en un líder carismático, como hacía tiempo no tenía el PSOE, y eso pone de los nervios a cualquiera. En Ferraz cada vez que se apuntan a eso de ser Ave Phoenix les sale que ni pintado, unas veces para bien y otras para no también, es verdad.

Pablo Iglesias ya le dio un toque en los comicios europeos lo bastante serio como para hacerle perder 2 millones de votos, y Podemos crece a pasos agigantados, mucho más de lo que el PP puede controlar desde su “caverna mediática”

Entre las causas propias hay para todos los gustos y colores, empecemos que para luego es tarde.

La cuestión de Catalunya vamos a dejarla un lado porque es una bomba de relojería a punto de estallar y los daños colaterales no están tan calculados como Rajoy y Mas creen tener, pero es lo que pasa cuando dos cabezas de chorlito están al mando de cosas tan complejas.

El PP buscó el voto para llegar a Moncloa entre sus partidarios más rancios e involucionistas y lo hizo con el tema del aborto. Gallardón se convirtió en el Ministro ideal para abanderar la causa de la ultra derecha, quién le ha visto y quién le ve. Tan lejos quiso llegar que se ha pasado tres pueblos y ni los suyos han podido aprobar una Ley donde se trataba de convertir a las mujeres en incapaces para decidir cuándo pueden tener un hijo, aunque absolutamente capacitadas para educar al mismo. El anteproyecto de Ley de Aborto de Gallardón ha sido retirado por falta de consenso, el Ministro ha presentado la dimisión y abandona la política, y los Provida tienen un encabronamiento de tres pares de narices.

La solución ante el chorreo de votos que están perdiendo es intentar que la supuesta bonanza económica les sirva para taponar la herida. A ilusos en el PP no hay quien les gane porque Draghi dice que la UE va de culo cuesta abajo y sin frenos. Para ello, y dado que la ley se lo permite, en lugar de convocar los comicios en Noviembre del 2015, donde datos como la Tasa de Desempleo tras el verano siempre son desastrosos, decide dejarlo para principios de 2016 cuando los números les sean más propicios.

Entendemos que Rajoy y los suyos quieran seguir cuatro años más en Moncloa, con todo lo que ello conlleva de insoportable para los ciudadanos de a pie, pero lo que desde luego no vamos a consentir es que sigan manipulándonos a todos para salirse con la suya.

¡¡¡Dios, qué ganitas de librarnos de gente tan poco demócrata!!!

Galiana