Decididamente somos un país de cenutrios con encefalograma plano, con una falta de educación en política y democracia que nos retrata allá por donde vamos.

Por partes, que los lunes no se puede empezar así.

Hemos pasado el fin de semana escuchando montones de barbaridades sobre la no independencia de Escocia del Reino Unido de la Gran Bretaña, que si pone contra las cuerdas a Mas, que si ha destrozado el independentismo en Catalunya, que si Rajoy ha obtenido una victoria, que si…

La consulta escocesa tiene influencia sobre el referéndum que quieren convocar Mas y los suyos, eso no vamos a negarlo, pero de ahí a decir que el “No” de los escoceses echa por tierra las propuestas de independentismo catalán va un abismo.

Se nos olvida, tal vez cegados por nuestra ignorancia, que lo importante del referéndum escocés no ha sido el resultado, que también, sino el proceso. Una lección de democracia que deberíamos aprender y dejarnos de patochadas, porque la guerra entre Mas y Rajoy por ver quién queda por encima no es más que un juego de poder que nos va a condenar a todos, y refleja que de demócratas tienen nada y menos.

Cameron es verdad que se puso de los nervios cuando Salmond y los suyos le dijeron lo que querían hacer, pero al contrario que Rajoy acepto el órdago y, venga, todos “pá lante”. Eso es no tener miedo a la democracia y saber afrontar las cuestiones con decisión. Vale que la campaña del miedo fue su bandera, y que el acongojamiento lo ha tenido todo el tiempo, pero apostó por soluciones democráticas en lugar de hacer una guerra que no le conduciría a ninguna parte.

Rajoy, en cambio, ante la propuesta de Mas y los suyos ha ido tensando la cuerda todo lo que ha podido y más con la intención que los independentistas se cansarán, incluso les ha amenazado, por boca de García-Margallo, con aplicar el artículo 155 de la Constitución y suspender la autonomía.

El Presidente del Gobierno, con su actitud, se ha retratado dejando patente que lo de la democracia se la refanfinfla, que lo suyo es el autoritarismo. Su falta de “cintura política”, su soberbia, no ha hecho sino enredar aún más las cosas, lo cual ha dado alas a Mas.

Llegados a este punto más de uno pensará que estamos a favor del independentismo, nada más lejos de la realidad. Si Catalunya quiere un referéndum tipo Escocia dejemos que voten, hagamos una campaña el resto enseñando las ventajas que para todos tiene el permanecer unidos, y sepamos vender que este país, como uno solo, puede con todo y con todos. Seamos demócratas de una puñetera vez.

El empoderamiento de la democracia nos hará evolucionar como Estado, faltita nos hace, el resto es seguir estando gobernados por una panda de cenutrios descerebrados que nos llevan a todos por la calle de la amargura.

Galiana