En el PSOE el tema de la sucesión de Rubalcaba está trayendo más quebraderos de cabeza de los previstos, más que nada porque el guión no se está desarrollando como estaba escrito.

Por partes, que luego nos atoramos y no explicamos bien las cosas.

Para los que tengan memoria de pez. Rubalcaba se vio obligado a convocar Primarias para otoño y con el anuncio parecía que iba a contener la riada, luego tuvieron que llegar los pésimos resultados de los comicios europeos para dinamitarlo todo.

La noche electoral del 25M Rubalcaba tenía intención de presentar la dimisión como hizo Almunia tiempo atrás, pero alguien le convenció que esperase unos días porque iba a haber cambios en alguna Institución de peso. Anunciada la dimisión dentro de los cauces establecidos convocó elecciones para la Secretaría General.

En este punto el aparato del partido apuesta por Susana Díaz, pero ésta, que no parece tener un pelo de tonta, sabe que si acepta el caramelo envenenado tiene mucho que perder y nada que ganar, con lo cual después de marear la perdiz se planta.

En Ferraz se preguntan ¿ahora qué? Madina, Sánchez Castejón, Pérez Tapias y Sotillos dan un paso al frente. Se abre el tiempo para la búsqueda de pactos, perdón, de los famosos avales, y aquí es donde viene el lío.

Eduardo Madina lleva tiempo queriendo ser pero sin definirse y finalmente lo hace porque le soplan en el oído que lo tiene hecho, que ni Dios se va a atrever a no avalar su candidatura. El político vasco se cree lo que los susurradores le dictan y al contar los avales las cuentas no le salen, no arrasa como le habían dicho que pasaría. Una derrota inesperada frente a un adversario que parecía no tener posibilidades.

Pedro Sánchez Castejón tira p’alante aparentemente con lo puesto y con esa sonrisa encantadora que lo mismo te vende un peine sin púas que unas vacaciones en el Caribe. El madrileño se mete en el bolsillo a casi todo el mundo, sobre todo a la poderosa Federación Andaluza, y cuando llega el momento del recuento se sale de las previsiones arrasando en avales.

José Antonio Pérez Tapias sabe que tiene las de perder, se da con un canto en los dientes para conseguir los avales necesarios para estar, y chino, chano lo consigue. Esto desbarata el plan de Ferraz que quería un mano a mano entre Madina y Sánchez Castejón, y los Barones no hacen más que resoplar.

Alberto Sotillos queda fuera a las primeras de cambio, cosa que entraba en las predicciones, con lo cual tampoco le vamos a dedicar mucho espacio, pero no perdamos de vista al candidato que ha sido vencido pero no derrotado.

La suerte del PSOE está en manos de los militantes que el próximo día 13 votarán entre tres formas muy diferentes de entender el cambio en el partido. Madina las ideas, la intelectualidad sobre la cercanía con la calle; Sánchez Castejón mucho populismo con que la calle es la que tiene que decidir, pero se necesita algo más que un apretón de manos y una sonrisa bonita; y Pérez Tapias que va de profesor de Universidad, y lo de hacer pedagogía está muy bien pero en este momento los socialistas necesitan algo más.

Veamos cómo se desarrolla la campaña de los candidatos porque no solo el socialismo se la está jugando.

Galiana