La reina María Antonieta de Francia, esposa de de Luis XVI, cuando le dijeron que el pueblo no podía comer pan porque no tenían harina contestó de forma altanera: “Qu’ils mangent de la brioche” (Que coman pasteles). Esto cabreo al pueblo y todos sabemos cómo acabó el asunto, aunque a decir verdad estas cosas pasan cuando el poder lo ocupan personas que no tienen dos dedos de frente.

La verdad es que hemos recordado este “desliz” de la reina francesa tras la propuesta que ha hecho la Alcaldesa de Madrid para solucionar el tema de los menores que, por estar en riesgo de exclusión social y debido al cierre de los centros escolares, van a dejar de hacer una comida en condiciones durante el verano.

Ana Botella, que ya está haciendo oposiciones para ser candidata a la Alcaldía de Madrid, ha anunciado varias medidas que el Ayuntamiento de la capital va a poner en marcha de cara a las elecciones del año próximo.

De entre todas ellas hay una que llama la atención sobremanera. Ha anunciado un Servicio de Comida a Domicilio durante este verano para los menores en riesgo de exclusión social si los servicios sociales detectan necesidades que no se cubren con los recursos ya en marcha.

Por partes, que la propuesta además de ser demagoga y de jugar con la necesidad de nuestros pequeños, encierra más cosas de las que parece.

De una parte en el PP de Madrid no se ponen de acuerdo sobre si hay o no niños que están pasando hambre.

Mientras Ignacio González no entiende que se deban abrir los comedores de los centros escolares para que los menores coman por lo menos una vez al día porque niega que en la Comunidad que preside existan niños hambrientos, Ana Botella lo admite implícitamente ya que propone medidas para paliar el tema.

Dejando a un lado la contradicción entre el Presidente de la Comunidad de Madrid y la Alcaldesa de Madrid, que ya es dejar, el hacer populismo con los niños que están pasando necesidad es vomitivo.

La peregrina solución de Ana Botella es de Juzgado de Guardia se mire por donde se mire. No contenta con soltar una patochada como ésta, añade que para que los menores tengan derecho a que les lleve a casa la comida, y así evitar que sus compañeros de pupitre les estigmaticen, serán los Servicios Sociales quienes decidan qué menores tienen derecho a recibir tal prestación.

Lo que la Alcaldesa no dice es si ha contratado con un restaurante, imaginamos que de cierto renombre, para que haga la obra de caridad a coste cero, dado que no ha presentado el coste que supondría poner en marcha este proyecto y el Ayuntamiento que preside está endeudado hasta las cejas.

Ana Botella debería dejar de jugar con temas tan serios como el hambre, no vaya a ser que por seguir los pasos que la reina María Antonieta tenga el mismo final que ella.

Galiana