Rubalcaba después del desastre de los comicios europeos lo deja, pero no hace “un Almunia”, convoca un Congreso Extraordinario para el 19 y 20 de julio, es decir, para dejarlo todo “atado y bien atado”. Con todos nuestros respetos es de un patetismo sublime.

El PSOE necesita mucho más que la dimisión de su actual Secretario General, mucho más que un cambio en su Ejecutiva, mucho más que unas Primarias, necesita una regeneración completa, no un poco de chapa y pintura.

El PSOE necesita gente con ideas. Como no salga un mirlo blanco con carisma y nuevos vientos en el Congreso Extraordinario, cuidado con este tipo de deseos que luego sale un Zapatero y pasa lo que pasa, todo va a ser muy lampedusiano, pero poco más.

A estas alturas de la película Rubalcaba ha abierto la veda, de aquí a que pase el Congreso de julio las puñaladas traperas van a ser el pan nuestro de cada día en Ferraz, y quienes pululan por sus pasillos lo saben. De aquí a entonces todo queda reducido a un juego de poder donde quien tenga más apoyos y menos traidores en sus filas será quien se siente en el Trono de espadas.

En este orden de cosas los líderes de Andalucía, Extremadura y Asturias son los que parten el bacalao. Susana Díaz ha evitado que la debacle fuera aún mayor con sus votos en Andalucía, con lo cual no contar con ella es más de lo mismo. Fernández-Vara sabe manejar a los suyos y ha dejado claro que si no está en el Gobierno extremeño es más cosa de IU que suya. Javier Fernández saca pecho por el Principado y tampoco debe ser despreciado el poder que maneja.

Entre los que están mordiéndose los puños porque no tienen ningún respaldo de los votantes socialistas, que al fin y al cabo es lo que debería contar en Ferraz, están Tomás Gómez y Patxi López. El líder de los madrileños nunca ha sido santo de devoción de nadie y desde que está al frente del PSM el hundimiento ha ido a más que es un gusto. El político vasco lideró la paz con ETA y el personal se lo agradeció en su momento, pero el electorado ya sabemos que es de memoria frágil y ha optado por seguir los pasos de Rubalcaba.

El PSC, los primos hermanos catalanes, está sin rumbo con una Pere Navarro que no sabe ni por donde se anda. A quien el tema del Independentismo se lo ha llevado por delante como el agua de un río desbordado dejando a los socialistas catalanes sin opciones a nada.

Este es el estado del PSOE a poco menos de mes y medio del Congreso Extraordinario de Julio, lo que significa que es un partido roto por mil sitios, con una necesidad imperiosa de mandar a la calle a todas sus viejas glorias y empezar de cero, y eso no va a ser fácil teniendo en cuenta que Rubalcaba será quien gestione como será el Congreso.

Suerte a los socialistas porque la van a necesitar y mucho.

Galiana