Rajoy ha decidido que hasta el 25 de mayo de salir del país nada de nada, suponemos que le dará miedo ir por la UE, abrir la boca y meter la pata como viene siendo su costumbre, así que tenemos al Presidente del Gobierno encerrado en Moncloa, y a saber en que ocupará su tiempo libre.
Tiempo libre, lo que se dice tiempo libre, Susana Díaz no es que tenga mucho porque le salen casos de corrupción hasta de debajo de las piedras. No es que nos hayamos erigido en defensores acérrimos de la lideresa socialista andaluza pero estamos empezando a pensar que no puede haber tanto como dicen que hay, y mira que hay.
Viendo como Andalucía se ha convertido en el eje sobre el que pivota todo, por encima de Madrid y Catalunya, se nos enciende la bombillita roja y nos saltan todas las alarmas.
Como esto de ser conspiranoicos nos gusta más que a un tonto un lápiz nos ha dado por pensar que tal vez, solo tal vez, a más de uno le interesa “vender” una Andalucía donde la corrupción, la golfería y demás es la tónica generalizada. Vale que asuntillos como los ERE o el Caso Malaya no ayuden mucho a apostar por la transparencia, pero nos parece que un estornudo en dicha CA es “vendido” como una pulmonía tremenda tanto por el resto de partidos políticos como por los Medios de Comunicación.
En Catalunya interesa que se hable de Andalucía, más que nada porque Mas está cansado de estar en primera plana día sí, día también, y teme que tanta atención le perjudique más que le beneficie en el asuntillo baladí del Independentismo.
En Madrid están que se frotan las manos cada vez que se menta a Andalucía. Ignacio González entre lo del ático, la imputación de su mujer, los sustos que le da Esperanza Aguirre cuando la lía parda aparcando el coche donde le sale del bolo, las encarcelaciones de algún empresario afín y demás, está que no le llega la camisa al cuello, con lo que un desvío de atención le da un poco de aire que faltita le está haciendo al Presidente de la Comunidad de Madrid si es que quiere seguir manteniendo aspiraciones a ser el candidato.
Andalucía va a ser el centro de todo en la campaña del Parlamento Europeo, no porque en dicho territorio se vaya a decidir el futuro de la UE sino porque unos y otros la van a usar como escudo para ocultar la falta de un programa electoral en unas elecciones descafeinadas para casi todos.
Pero como la política y la hipocresía van siempre de la mano, mientras nos piden a los ciudadanos que pensemos que Europa es el futuro ellos están más a echarse en cara los casos de corrupción y Andalucía se lo está sirviendo en bandeja de plata.
Consecuencia: Susana Díaz no puede bajar la guardia ni un momento porque como se descuide la apuñalan por la espalda, incluso los suyos, que la sombra de Rubalcaba es alargada y la siente como una rival para las Primarias socialistas de otoño.
Galiana











