El deceso de quien fuera el primer Presidente de nuestra actual Democracia no puede esconder que el país está cansado de tanto recorte en Derechos y Libertades, ésas por las que en su día se luchó tanto desde la calle.
A estas alturas de la película, quien más quien menos, piensa que estamos siendo víctimas de un flashback, e incluso algunos creen que están viviendo una broma pesada de pésimo gusto, porque no es posible que la lucha de Derechos y Libertades que tanto costó, incluidas vidas, el Gobierno de Rajoy la esté destrozando en un plis plas.
Madrid el pasado sábado se llenó de gentes que no están dispuestas a consentir que sus Derechos y Libertades se vayan por el desagüe del inodoro cada vez que a Rajoy o alguno de sus ineptos Ministros les da por apretar el botón de la cisterna.
Casi dos millones de personas en la calle deberían hacer reflexionar a este Gobierno, pero eso no va a suceder más que nada porque Rajoy ha empeñado el futuro de este país.
Nos ha vendido al mejor postor, que en este caso es Merkel, y lo ha hecho no por el bien de los españoles, eso se la refanfinfla, lo ha hecho en beneficio propio. Nadie con dos dedos de frente recorta de manera salvaje los Derechos y Libertades de un país si no cuenta con un respaldo, con una garantía que le ayude a contener al personal y a salvar el puesto en Moncloa.
La crisis económica no es más que una excusa para remover los cimientos que tanto nos costó colocar, sirve para esconder que esta derecha rancia, ramplona e involucionista pretende llevarnos al punto exacto donde todos seamos vulnerables.
Mucho más vulnerables que ahora, donde aceptamos trabajos que rozan la semiesclavitud, con salarios precarios para pagar un techo y algo que comer. Sí este es el país que Rajoy y los suyos quieren que tengamos, un país donde Las Hurdes vuelvan a ser una realidad, y donde para tener un mendrugo de pan solo tengamos que agachar la cabeza, donde el médico solo atienda a los hijos de los señoritos que son quienes tienen dinero para pagarle porque sane a sus hijos, esos padres que pueden costearles una educación evitando que la ignorancia les haga débiles.
El pasado sábado los casi dos millones de personas que inundaron las calles de Madrid hablaron con el lenguaje de la calle, ése que el Gobierno no entiende ni quiere entender, el mismo lenguaje que se usó para evitar que Aznar nos metiera en una guerra y todos sabemos cómo acabó esa historia hace justo una década.
Rajoy puede que no quiera escuchar a la calle, pero mucho va a tener que hacer para evitar que siga hablando. En las exequias por el Presidente Suárez debería reflexionar sobre ello.
Galiana












Rajoy y sus secuaces, no viven en el mundo que vivimos los de a pie, los sufridores de sus políticas genocidas, como bien dices se la refanfinfla.
Pero todo a todo inepto también le llega su ‘sanmartín’
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