Terminamos la semana con dos temas de los que se habla y mucho, ambos tienen morbo, sangre, muertos, y ambos parecen no tener solución a corto plazo, al menos no con este Gobierno.
La valla de Ceuta y Melilla con los inmigrantes que la saltan, pese a las concertinas y a todo lo que este Gobierno les pone para evitar que entren en el país, está dejando un reguero de sangre, muertos y alguna otra escena de nefasto recuerdo en nuestra memoria.
Alguien debería decirle a Fernández Díaz que los inmigrantes son personas, no animales que huyen despavoridos de sus territorios en busca de algo que comer. Son hombres y mujeres que merecen ser tratados con respeto, con dignidad y no “devueltos en caliente” de regreso a nadie sabe donde o internarles en un CIE.
Los CIES, mejor ni mentarlos, porque el Ministro de Interior los ha convertido en cárceles donde los inmigrantes se hacinan sin haber cometido delito alguno. Allí son tratados como delincuentes como si el emigrar a un país con más posibilidades fuera el mayor de los delitos que se puede cometer en España.
Va a ser que por estos lares se cometen delitos mucho mayores contra las personas, y no, no estamos hablando de los “delitos de guante blanco” a los que tan aficionados se han vuelto políticos y empresarios de postín de un tiempo a esta parte. Nos referimos a las muertes por violencia de género.
No vayamos a culpar a la crisis de todo, porque algo de culpa tiene pero más culpables son los que recortan en recursos que evitan este repunte tan exagerado de mujeres muertas que llevamos en lo que va de año (más de 17). Ana Mato no sabemos qué está haciendo en su Ministerio, lo que sí sabemos es lo que no está haciendo.
La Ministra de Igualdad no da la cara por las mujeres maltratadas, es como si le importaran menos y nada las muertes que tiene sobre la mesa de su despacho, o los menores que tiene, un padre en la cárcel por haber asesinado a su madre.
Las cifras de las mujeres muertas por violencia de género en lo que va de año son escandalosas, terriblemente escandalosas, tanto como las de inmigrantes que intentan saltar la valla de Ceuta y Melilla. El Gobierno es evidente que no está sabiendo manejar estas dos cuestiones, al frente de los Ministerios que deben ocuparse de estos asuntos tiene a dos incompetentes, a un par de ineptos, dos cenutrios que a base de cretinismo tratan de solucionar los asuntos de gran enjundia.
¿Cuántas mujeres deben morir al año para que de verdad se haga algo por evitar que esto suceda? ¿Cuántos inmigrantes vamos a tratar como animales porque cruzan nuestra frontera huyendo del hambre y la desesperación?
Es viernes, no queremos amargar el fin de semana a nadie, pero no estaría mal hacer memoria de las heridas que dejan las concertinas en los cuerpos de los inmigrantes, y de la sangre derramada por las mujeres asesinadas a manos de sus compañeros sentimentales.
Galiana












Se puede decir más alto, pero es un hecho irrefutable lo que está sucediendo y ¿qué es lo que hace este desgobierno? Pues al parecer lo mismo que hace el jefe del Ejecutivo, fumarse un puro y esperar que se ‘solucione’.
Son sinvergüenzas y genocidas
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Sería más rápido si instalarán patíbulos en las plazas públicas
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