Regresamos de las vacaciones igual o más encabronados de cómo nos fuimos, y eso que nos fuimos de muy, pero que de muy mala uva.

Para los que piensen que nuestro enfado es porque los Reyes Magos no hayan sido magnánimos con sus regalos sentimos decirles que van por mal camino, porque hemos debido ser muy buenos durante el pasado año y nos han colmado con regalos.

Aplicando la máxima infantil de que el carbón solo se les deja a aquellos que “no han hecho los deberes” debemos suponer que cuando en el día de hoy, y tras la Pascua Militar –que todavía seguimos celebrando en este país a santo de no sabemos qué- el Gobierno se reincorpore a sus despachos, sobre las mesas tendrán cantidades ingentes de carbón. Lo cual no les va a venir nada mal porque, al precio que se ha puesto la luz, es todo un regalo. Por cierto, va a ser menester volver a tener cocinas de carbón, como en los cincuenta, para mantener las casas calientes.

Si es que somos lo peor de lo peor, solo se nos podía ocurrir a nosotros volver de las vacaciones y nombrar a la “bicha” (léase recibo de la luz) pero es que manda narices que el Ministro Soria se entere ahora del que la subasta del precio de la luz no es más que un amaño entre las empresas eléctricas para engrosar sus bolsillos a costa de “los paganinis” de siempre. Por cierto, eso de que las eléctricas sean desde hace muchos años el refugio de Expresidentes y Exministros queremos creer que no tiene nada que ver con que desde el Ministerio de Energía se mire, con independencia del color del que lo ocupa, para otro lado.

Soria fijo que es uno de los que tienen carbón en su despacho, pero no es el único.

La LOMCE, esa Ley que ha puesto patas arriba el sistema de Educación Pública hasta el punto de destrozarlo por completo, ha entrado en vigor –vale que no se aplicará hasta el siguiente curso escolar- lo que hace que Wert pueda encender su estufa con la montonera de carbón que le han dejado los Reyes Magos.

Por encima de todos ellos hay un Ministro que se lleva la palma y creo que sus Majestades de Oriente han pedido cantidades descomunales para dejarle, pero no había stockaje suficiente en las minas asturianas.

Gallardón, a quien le ha debido invadir un ataque de misoginia descomunal desde que es Ministro, ha decidido que las mujeres son incapaces de tomar decisiones tan importantes como la de traer un hijo al mundo, tan imbéciles las considera que ha propuesto una modificación de la Ley del Aborto donde el Estado decide sobre la maternidad por ellas. En el asunto de hacer desaparecer el supuesto de malformación fetal incompatible con la vida no vamos a entrar porque demuestra lo que todos teníamos claro, que a Rouco Varela le queda nada y menos para en cuanto deje de presidir la Conferencia Episcopal (lo cual ocurrirá en este mes) ser nombrado Ministro de la fe católica o algo parecido.

Con la Iglesia hemos topado, que dijo D. Quijote gracias a la pluma de Cervantes. Rouco Varela, a quien el Papa Francisco ha mandado discretamente a hacer puñetas, sabe que está fuera de todo y ha decidido que va a morir matando. Debe ser que cree que le van a dar un premio o algo parecido si presenta un historial de víctimas descomunal.

Es hora de ir terminando, las Fiestas ya han pasado y como ha quedado demostrado los Reyes Magos se han inflado a dejar carbón, aunque mucho nos tememos que la soberbia de algunos no les deje ver que esto de recortar derechos encabrona a la ciudadanía y a sus Majestades de Oriente.

Galiana