«…y Cía.» José Raigal

La patología de la Democracia

Dícese de la Democracia que es el menos malo de los sistemas de gobierno, afirmación que comparto plenamente por mi pesimista valoración del ser humano y por la desastrosa experiencia vivida en supuestas alternativas de Sistema, las cuales no corregían nada sino que venían a empeorar todos los males.

 Uno de los defectos de la Democracia es la facilidad que otorga a quienes son contrarios a ella para intentar abolirla desde sus propias instituciones. Ejemplos históricos los tenemos a patadas, algunos tan significativos como el del nazifascismo hitleriano, de tan repetido ya convertido en tópico.

 De igual manera, aquí y ahora, nos enfrentamos a la reacción conservadora que está desmontando el Estado Social y de Derecho de la Democracia Española.

 No vivimos en estos tiempos una mera alternancia de gobierno, ni un proceso de reformas como se nos pretende presentar por los portavoces de la rancia derecha casposa. Estamos viviendo un desmantelamiento progresivo, para nada lento pero sí bastante seguro, de los pilares más básicos de nuestra Democracia Social.

 Los elementos fundamentales de nuestro Estado de Bienestar (Enseñanza, Sanidad…) van siendo socavados y dinamitados de manera firme y eficaz, de tal manera que se está degradando todo lo público, toda la cosa pública, en beneficio de lo privado (y más concretamente, de lo privado en manos de unos pocos que se benefician directa y particularmente del desmantelamiento de las estructuras que garantizaban derechos básicos a toda la población).

 La #CorruPPción que rezuma en cada institución ocupada por el Partido Popular (y son muchas) no sólo es condenable por lo que conlleva de malversación delictiva de fondos y como transferencia de rentas de manos públicas a privadas, sino que también conlleva una degradación moral y ética de la sociedad española, que asiste impotente al saqueo del país con total impunidad por parte del Gobierno y su partido.

 Y las más altas instituciones, desde el propio Congreso de Diputados hasta el Tribunal Constitucional sufren el desprestigio y el alejamiento de la ciudadanía española, por el uso descaradamente indecente y partidista que permite la mayoría absoluta del PP.

 Quieren acabar con todo. Hasta con la propia Democracia.

 Por eso es imperiosa e ineludible la defensa de los valores democráticos, de los derechos sociales y laborales de la clase trabajadora y la ciudadanía. En las próximas elecciones no valdrán ya excusas de ningún tipo para que la apatía o el desencanto de la gente demócrata y progresista vuelva a facilitar que la peste del PP continúe siendo la patología que contamina y amenaza de muerte a la Democracia Española.

 @joseraigal

Acerca de Galiana

Escritora, creativa
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