Después de un lunes donde hemos soportado en nuestras carnes la abrupta subida del IVA y unos días antes que llegue Merkel para dejarnos las instrucciones pertinentes sobre como debe funcionar el llamado Banco malo nos hemos topado una sorpresa que por anunciada no deja de hacer daño. Empieza el curso escolar y nos hemos dado cuenta que no hemos progresado adecuadamente, que necesitamos mejor y mucho, pero que desgraciadamente no vamos a mejorar porque el retroceso en todos los niveles educativos va a ser de los que hacen época

El curso escolar 2012/2013 arranca como todos los años, la diferencia con el anterior es que los recortes van a ser la tónica que marque el mismo. Nuestro sistema educativo regresa a tiempos inmemoriales porque el Gobierno ha dejado claro que la Educación de nuestros hijos no es algo primordial y el meter la tijera salvajemente es justo y necesario.

Denigrar nuestro sistema educativo no es algo que nos parece justo dado que con ello, aunque al Gobierno le importe un carajo, estamos proporcionándoles a nuestros hijos un futuro, ya de por sí incierto, basado en una preparación que claramente necesitará mejorar pues sin recursos es complicado eso de progresar adecuadamente.

Cierto que no toda la comunidad educativa sale mal parada con estos recortes, que es sobre todo la Pública quien más los está sufriendo pues el Ministro Wert se ha encargado, personalmente suponemos, de meter la tijera hasta hacer un corte casi al dos en la misma y de recortar solo las puntas a la Privada.

Pero no seamos demagogos que nos vamos pareciendo a Rajoy, todo se pega menos la hermosura, y pongamos como siempre “nombre y apellidos” a los recortes, más que nada para que todos sepamos qué, cómo, y de dónde se cercena sin solución de continuidad.

Los profesores, esos vagos que tienen el dudoso honor de pasar horas con nuestros hijos en las aulas haciendo como que enseñan, verán incrementadas las horas lectivas y aumentada la ratio alumno/ clase. El resultado final será profesores que deben impartir materias para las que no están preparados, diferentes niveles de aprendizaje en las aulas y un caos en la relación tutorial personal con los alumnos por falta de tiempo; por enumerar someramente algunos de problemas a los que se tendrá que enfrentar el profesorado en los próximos nueve meses.

Los alumnos, siempre siguiendo las directrices del sin par Wert, deberán esforzarse mucho y motu proprio, el profesor para tutorías no tiene tiempo, para conseguir obtener unas calificaciones que les permita obtener una de las preciadas becas pues sin ellas el futuro educacional no pasara de Secundaria y porque es, de momento, obligatoria.

Las familias, uno de los pilares que sustenta la comunidad educativa, han hecho acopio de tupper para que sus hijos puedan comer algo en el colegio pues se han quedado sin becas de comedor; se han visto obligadas a empeñar lo que les quedaba para poder hacer frente a los gastos escolares donde las becas de libros de textos o la gratuidad de los mismos en determinadas CCAA ha sido suprimida.

Estos son algunos de los parámetros con los que se inicie el curso escolar una vez se incorporen los alumnos a las aulas en próximas semanas, las familias comprueben que los gastos escolares son inasumibles, y el profesorado se sienta terriblemente abandonado en su labor como docente; será entonces cuando Wert esté en boca de todos y no precisamente porque progrese adecuadamente como Ministro de Educación.

Galiana