Relatos musicales de @yugm76 este octubre: «El Misterio de la Dama de la luz»

Una ruta de senderismo se convierte en un viaje de enigmas y emociones. ¿Quién es la figura que iluminó la plaza del pueblo? ¿Qué lazo desconocido le une con la misteriosa «Dama de la luz»?

La verdad aguarda al final de estas líneas…

El misterio de la Dama de la luz

Creo que me encuentro en el hospital. No recuerdo nada de lo que me ha pasado en las últimas horas, o quizás han sido días. Mi mente es una laguna borrosa a corto plazo.

Todo empezó hace unos meses. Un amigo y yo decidimos aprovechar nuestras vacaciones y disfrutar de una de las actividades que más nos gustan, el senderismo.

Nos decantamos por El GR-7, de 2.600 km, una auténtica ultra-maratón de trekking. La ruta arranca en Andorra y discurre por Cataluña, Comunidad Valenciana, Murcia y Andalucía. El punto de llegada es la ciudad de los vientos, Tarifa, esa hermosa localidad gaditana.

He de admitir que durante un tiempo la sensación de bienestar, placer, serenidad y paz fue nuestra única compañía. Sin tecnología, sin humos ni ruidos. Mi amigo, la naturaleza y yo, no necesitábamos más. Solo sentir y vivir.

Hasta que llegamos a aquel pueblo. Ni siquiera recuerdo su nombre, se me ha borrado de la cabeza.

Estaban en fiestas, solo había que darse cuenta porque la plaza mayor se encontraba decorada con las típicas banderitas de colores. Un pequeño coso, de esos que se montan en poco tiempo, y un cartel anunciando un encierro y una novillada popular. Todo muy de verbena de pueblo. Cargado de “cultura española”.

Estuvimos descansando y dando una vuelta por los alrededores hasta por la noche. Convenimos dormir en un albergue. Yo había tenido un pequeño percance el día anterior y aún me dolía la cabeza.

La verbena estaba muy animada. Una orquesta tocaba música de los años 70 en adelante mientras los vecinos del pueblo bailaban al compás. Un ambiente festivo llenaba el lugar.

Entonces la música se paró de repente, no se oía ni el sonido de los grillos, silencio sepulcral. Una luz proveniente de algún lado iluminó un espacio del centro de la plaza que hasta el momento había permanecido vacío y en aquel preciso instante, apareció ella.

Me atrajo desde que la vi. Su belleza rayaba lo sobrenatural, se notaba a la legua que poseía una personalidad sensible y alegre. Un alma pura y bella. Pero sobre todo sus ojos, de color verde, penetrantes, transparentes, claros, interesantes, únicos. Me quedé impactado. En la distancia pude oler su aroma a jazmín.

Con la confianza de no ser del pueblo y llevar dos copas de más, me dirigí donde estaba, decidido a hablarle. A conquistarla, a poder pasar la noche con ella.

Cuando me encontraba apenas a unos centímetros, a punto de rozar su hombro para llamar su atención. La música comenzó a tocar de nuevo, la luz se apagó y desapareció.

Los lugareños empezaron a burlarse de mí, riéndose por haber tratado de ligar con la “Dama de la luz”. Según ellos, se aparece todos los años, solo unos momentos, después se marcha hasta el año siguiente. Nadie sabe ni quien o que es, pero desde hace mucho tiempo las fiestas patronales son en su honor.

Me considero un tipo pragmático, así que de aquella historia no me creí nada. Más bien, pensé que había sido una tomadura de pelo de los aldeanos. Al día siguiente, sin más, mi amigo y yo proseguimos nuestra ruta.

Bueno… no es del todo cierto. Desde aquella noche, al dormir, sueño con ella, con sus ojos, su luz… y anhelo volverla a ver. Tanto que se ha convertido en una obsesión y he estado yendo al pueblo todos los fines de semana a ver si la encontraba.

Hasta hace poco, que la vi en el bosque que hay cerca de la aldea. Me miró, sus ojos me decían que la siguiera, que por fin encontraría la paz en ese desasosiego que me envolvía. Así lo hice.

Lo siguiente que recuerdo es despertarme aquí, en el hospital. Los médicos me han dicho que he estado sufriendo alucinaciones debido al golpe que me di en la cabeza al caerme el día antes de la verbena. Con el tratamiento farmacológico todo volverá a la normalidad.

Se equivocan, esa mujer no es fruto de un delirio, sé que existe, y la encontraré.

La solución al juego, clicando en la ilustración.

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@yugm76

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