Si de algo sabe la Apple de Cook es de estirar chicles antes, durante y después de los escasos destellos de interés que asoman de alguno de sus productos. Y con Vision Pro no iba a ser menos, sino más. Llevan años dando la matraca con el tema y sus palmeros han lanzado mensajes, opiniones y predicciones en los medios y en las redes sociales todo ese tiempo y un poco más.

Para detalles técnicos que mostraron en la reciente WWDC puedes consultar este artículo de Alfredo Biurrun en La Razón. Hay bastantes videos y post por la red como para volver a repetirme yo.

Pero voy a compartir contigo mi valoración de algunos aspectos que siguen alimentando mi escepticismo hacia las propuestas de Apple estos últimos años.

Nos enseñan el producto medio año antes de su lanzamiento, y eso en el supuesto de que cumplan los plazos previstos. Tanto margen en un mundo como el tecnológico de hoy en día se me hace una eternidad, puedo pensar que las gafas no están aún terminadas, que tienen problemas insalvables o que su desarrollo tiene complicaciones que, si se superan, provoquen cambios sustanciales en el producto que nos mostraron, repito, seis o más meses de ser comercializado. Lo que nos enseñaron va quedando obsoleto antes de haber nacido.

Muy bonica la demo con vistas en tercera persona, pero más como marketing para los espectadores que como experiencia real de usuario. No es lo mismo el mundo a lo Minority Report que vemos desde detrás del modelo que calza las gafas que calzárselas uno mismo. Aún queda lejos poder valorar la experiencia real de uso una vez los consumidores las tengan.

La batería no tuvieron las narices de enseñarla, aunque tampoco ocultaron el cable, por eso de no ser objeto luego de acusaciones de publicidad engañosa. Ahí está una de las madres del cordero: pedazo petaca (veremos cuanto pesa) para dos horitas de autonomía según Apple. Aún es pronto para saber cuanto pesa, cuanto dura, cuanto se calienta, cuanto cuestan las de recambio y cuanto tardan en cargarse. ¿Llegará a Apple con las gafas una carga rápida como DIos manda? [sonrisa cínica].

Tras la keynote le pregunté qué le habían parecido a un compañero del curro al que aprecio mucho pese a ser un fanboy de manual y sólo dijo una palabra: «Carísimas». Esa es otra, 3.500 pavos de los de USA son de 4.000 parriba en Europa. No parece un producto que vaya a ser consumido masivamente. Eso sí, crecerá el esnobismo pedante de considerar los productos de Apple como un símbolo de lujo externo. Tengo interés por ver la reacción de un mercado cautivo que compra sin pararse a pensar todo lo que le eche Tim Cook adornado con la etiqueta ecofriendly, gayfriendly, etnofriendly pero no moneyfriendly.

Y al hilo de esto me ha surgido una duda: ¿Vision PRO? ¿Habrá un modelo que cueste menos y que para ello, lógicamente, sea más guarrillo, recortado y limitado, sin el apellido PRO? Hasta lo que conozco del mundo Apple, no hay ningún producto PRO que no tenga la correspondiente versión normal. iPhone, Mac, Airpods… bueno, el Watch big no es PRO, sino ULTRA, pero ya me entendéis.

¿Será la exageración prohibitiva de las Vision PRO la que estará dilatando el orificio de nuestros bolsillos para que nos entre mejor otra versión también cara, pero menos, que será el auténtico producto de comercialización masiva?

La respuesta, salvo cataclismo, el año que viene, 2024. 😉

@percheronAC